Como diría Carlos Herrera, “se veía de venir”. En mi candil de ayer ya preconizaba el triunfo de Trump como Presidente de los Estados Unidos. Porque, entre lo malo y lo peor, es mucho más sensato elegir lo primero. Su contrincante es reconocida por seguir las políticas de Biden, animar a que aborten las mujeres y a instalar una especie de comunismo suave que a todos llegue y a ella no le alcance. Como suelen hacer los utópicos seguidores de Marx.
Y ahora toca que se dividan los criterios en si es bueno para Europa, si favorece más a China o a Rusia y tal y tal. Lo que parece claro es que beneficia a su pueblo y por eso la ventaja con su adversaria política supera los cinco millones de votos. En América también abundan los Tezanos.
Ni entro ni salgo en opiniones, favoritismos o desventajas: ya sabemos cómo es el nuevo Presidente de EEUU y sus extravagancias. Y, desde luego, por muy malo que sea no superará al nuestro en su manera ruinosa de gobernar: En todo hay límites, pero en España se han derribado las murallas de la democracia y la libertad. Si tenemos suerte, algún día habrá elecciones y otra vez los españoles no sabremos a quien votar.
pedrouve