Pedro Sánchez no se anduvo con rodeos. En su intervención este miércoles en el Congreso para explicar el apagón eléctrico del 28 de abril, el presidente del Gobierno dejó un mensaje directo a las grandes energéticas: si quieren seguir explotando las centrales nucleares más allá de 2035, que lo propongan… y que lo paguen. Y no cualquiera: los “ultrarricos” que están al frente de esas compañías, según una información publicada en Europa Press.
Condiciones claras
Sánchez fijó tres condiciones indispensables para alargar la vida útil de las centrales: que se garantice la seguridad de la población, que la operación sea viable económicamente sin afectar al bolsillo del contribuyente, especialmente en un contexto de inflación persistente y desigualdad creciente y que se asegure el suministro energético. “Son tres criterios de puro sentido común”, defendió desde la tribuna del Hemiciclo. No obstante, advirtió: “Estamos muy lejos de que se cumpla alguno”.
El presidente fue tajante al rechazar que una posible prórroga del parque nuclear español se financie con dinero público. “Quienes deben pagar son los ultrarricos que presiden esas energéticas”, insistió, desmarcando al Estado de cualquier desembolso. La declaración, cargada de intencionalidad política, marcó un nuevo pulso entre el Gobierno y las grandes compañías del sector.
Más allá del cruce político, Sánchez recordó que hasta la fecha ninguna empresa energética ha solicitado formalmente modificar el plan de cierre previsto. Una ausencia de propuestas que, según el presidente, también dice mucho: “Hay mucho ruido y pocas nueces”. En su opinión, el futuro energético del país debe orientarse hacia fuentes limpias y sostenibles, sin reabrir debates caducos si no hay compromisos claros por parte de quienes se beneficiarían directamente.