El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, realizó una visita sorpresa al laboratorio forense en el Valle de los Caídos, ahora conocido como Cuelgamuros tras la implementación de la Ley de Memoria Democrática. El propósito de la visita fue conocer de primera mano los trabajos del equipo forense encargado de la exhumación de 160 víctimas.
Acompañado por el ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, Sánchez acudió sin previo aviso, ya que esta visita no estaba programada en la agenda oficial del Gobierno. Torres confirmó que, el 23 de abril, el Consejo de Ministros aprobará varias medidas para seguir desarrollando la Ley de Memoria y continuar con los trabajos de exhumación.
El jefe del Ejecutivo ha acudido a Cuelgamuros para conocer de primera mano los trabajos que se están llevando a cabo por el equipo forense para la exhumación de 160 víctimas «cuyos restos han sido reclamados por sus familiares y que se encuentran en las criptas de este inmueble adscrito a Patrimonio Nacional», aseguran fuentes del Gobierno.
Tras recorrer la nave central de la basílica junto al ministro y el secretario de Estado de Memoria Democrática, Fernando Martínez, Sánchez ha accedido al laboratorio forense y, posteriormente, a las criptas o columbarios donde se encuentran los restos. En las labores de localización e identificación participa un equipo técnico compuesto por seis médicos forenses y más de 20 investigadores especialistas en historia, arqueología y genética.
En el laboratorio, el equipo forense explicó las tareas realizadas, que incluyen la localización de las cajas rotuladas solicitadas en los columbarios, el estudio antropológico, odontológico y radiológico de los restos extraídos, la toma de muestras para el análisis de ADN, así como la elaboración de informes, fotografías y vídeos del proceso.
En el marco de las acciones contempladas por la Ley de Memoria Democrática, se prevé la «resignificación» del lugar como un futuro centro de interpretación memorialista del Valle, además de la extinción y liquidación de la Fundación de la Santa Cruz, lo que probablemente resultará en la expulsión de la congregación de monjes benedictinos que residen actualmente allí.
En el interior de los columbarios, Sánchez ha podido ver in situ los trabajos realizados, la disposición de las cajas con los restos en posición original, que se encuentran «muy deterioradas«, y las nuevas cajas, dado que se aprovecha la actuación para mejorar la ubicación de los restos, según indica el Gobierno.
El pasado mes de marzo, en su comparecencia en la Comisión Constitucional del Congreso de los Diputados, Torres señaló que las labores de recuperación habían dado como resultado el hallazgo de la caja 198, y la exhumación de las 12 víctimas asesinadas en 1936 en Aldeaseca y Fuente de Sauz (Ávila). De ellas, 11 han sido identificadas genéticamente y se han podido entregar sus restos a las familias.