El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha confirmado este martes que España alcanzará el objetivo del 2% del PIB en gasto en seguridad y defensa durante el año 2025. Este avance supone una inversión adicional de 10.471 millones de euros, anticipándose a la fecha inicialmente prevista para 2029.
En una comparecencia en La Moncloa tras la reunión del Consejo de Ministros de este martes, Sánchez ha confirmado que llegará a ese nivel de gasto este mismo año, pasando del 1,4% actual al 2%. «Lo antes posible» era el objetivo anterior, pero ahora será una realidad inmediata.
Además, el Consejo de Ministros ha aprobado el plan de refuerzo de la industria de seguridad y defensa, una medida que será enviada de forma oficial a la Unión Europea y la OTAN este miércoles.
La reacción no se ha hecho esperar. Desde la cúpula de Podemos, las críticas han sido contundentes. La secretaria general, Ione Belarra, y la número dos del partido, Irene Montero, han arremetido contra el presidente a través de sus redes sociales.
«Se acelera el rearme y debe acelerarse también la respuesta social por la Paz. Nos va la vida en ello», ha alertado Belarra. En su mensaje, ha calificado esta inversión como el «mayor aumento de gasto militar de la historia» de España, señalando que se hace “a costa” del Estado de bienestar para cumplir el mandato de Trump y la OTAN.
Por su parte, Irene Montero ha sido igual de tajante. «Hace oficial el Gobierno del rearme y la guerra, cumpliendo al dictado las órdenes de la OTAN y Trump», ha escrito en su cuenta de X. Además, ha denunciado que los fondos destinados a defensa representan «un robo a la gente, que necesita ese dinero en sanidad, vivienda y pensiones».
Por su parte, el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha asegurado este martes que invertir el 2% del PIB en Defensa «es una condición necesaria» y «una obligación como aliado» de la OTAN, habida cuenta de que «ya se habla del 3% y de más del 3%».
Tras acusar al Gobierno de PSOE y Sumar de estar «claramente dividido» en este debate, ha criticado que el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, no quiera someter el plan de gasto militar al aval del Congreso, algo que, a su juicio, evidencia un comportamiento «antidemocrático».