Acercarse a Rose Chérie es descubrir un mundo de sensaciones inéditas, oníricas, que embriagan la vida de perfume. Es una declaración de amor, de dulces melodías que bailan con la más fresca y tierna rosa.
Rose Chérie despierta los sentidos, te hace sentir viva, vital, pasional. Un deleite para los sentidos; es levitar a otra dimensión placentera; una rosa seductora que hace latir el corazón al son del color rosa; es la melodía de la La Vie en Rose de Edith Piaf.
Rose Chérie floreció en 2021. Lo supe por una revista. Me cautivó al leer sus características, agua de perfume. Leyéndolas, me pareció olerlas, atalcada, olor a limpio de escarcha suave. Lo confieso: tras leer aquello, me he pasado un año buscándola. Me susurraron en Sevilla que solo se vendía en Madrid o Marbella.
En febrero, un día con olor a tierra mojada de llovizna, paseando entre los lujos de la madrileña calle de Serrano de Madrid, aquel olor interior tanto tiempo perseguido me adentró hipnotizada en Guerlain. Y allí estaba ese dorado, era Rose Chérie, una flor delicada que desde entonces me acompaña. Es impagable, te acerca al mundo inescudriñable del corazón. Te la sugiero.