En una noche llena de emoción y simbolismo, el actor estadounidense Robert DeNiro recibió la Palma de Oro de honor en la 78ª edición del Festival de Cannes. Su discurso no solo fue un homenaje al cine, sino también un contundente llamado a defender la creatividad y la libertad de expresión frente a lo que él calificó como “ataques inaceptables” por parte del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Sin mencionar su nombre directamente, DeNiro se refirió al mandatario como “el presidente filisteo de Estados Unidos”, criticando las políticas que han recortado apoyos a las artes, la educación y los derechos humanos. Además, denunció la intención del gobierno de imponer aranceles del 100% a películas extranjeras, una medida que, a su juicio, atenta contra la diversidad cultural.
Durante su intervención, DeNiro destacó que el arte es una fuerza inclusiva y democrática, una amenaza para los regímenes autoritarios. «Somos una amenaza para los autócratas y los fascistas del mundo», afirmó ante una ovación de pie del público reunido en el Grand Théâtre Lumière, informa Diario de Yucatán.
En su emotiva alocución, el actor recordó que los estadounidenses han sido reconocidos por defender la democracia, y llamó a su país y al mundo a actuar con determinación, sin violencia. Reivindicó el poder del voto y cerró con una referencia al lema de la Revolución Francesa: “libertad, igualdad y fraternidad”.
La Palma de Oro le fue entregada por su compañero y amigo Leonardo DiCaprio, quien lo definió como “EL ACTOR”, subrayando su legado no solo como intérprete, sino como defensor del arte y la democracia. Entre aplausos y recuerdos de sus icónicas actuaciones —de Taxi Driver a Toro Salvaje—, DeNiro reafirmó su vínculo con el cine y con Cannes, donde participó por primera vez en 1973.
El homenaje también recordó su papel en la creación del Festival de Tribeca, inspirado en el espíritu de resiliencia cultural tras el 11S. Acompañado por su pareja, la productora Tiffany Chen, y en medio del glamour de la alfombra roja, DeNiro protagonizó una velada que quedará grabada en la historia del cine.