Reparto de menores inmigrantes y la insolidaridad de los catalanes

Una reciente encuesta de Funcas sobre Percepciones de la Inmigración revela que el 63% de españoles cree que España no ha llegado al límite posible para acoger migrantes, un dato que lleva a la esperanza de creer en un país solidario y sano de mente, de no ser porque hay territorios como el catalán donde el 45% de las personas piensa que ya sí se ha alcanzado el límite de migrantes que pueden ser admitidos. Consideran que no caben más y que por tanto que no vengan más y que les zurzan o se ahoguen en alta mar. ¡Qué más da!, deben pensar los adoctrinados por Puigdemont.

Algo ha debido pesar esa idea cuando en el reparto de menores migrantes entre el conjunto de las comunidades autónomas el Gobierno deja fuera a Cataluña y País Vasco. Allí no quieren contaminación alguna de gentes pobres y zánganos de la vida que quieren usar servicios públicos españoles y hasta trabajar. ¡Pero qué barbaridad, qué se habrán creído!

La secretaria general del PP, Cuca Gamarra, ha rechazado que Cataluña y País Vasco queden fuera del reparto de menores migrantes entre el conjunto de las comunidades autónomas. A su juicio, esa propuesta es una «forma mezquina de hacer política» para que el Gobierno permanezca en el poder. Sugiere Gamarra que este acuerdo forma parte de los pactos vergonzantes del Gobierno de Pedro Sánchez con los independentistas y la verdad es que no hay muchas razones para pensar en lo contrario.

¿Cómo se puede justificar desde el Gobierno que reparta migrantes por todo el país salvo por País Vasco y Cataluña?  No se puede porque no tiene justificación alguna. Es una medida más de la gravísima insolidaridad que practican los pijos de Puigdemont con el resto de un país permitida y amparada por un entregado Pedro Sánchez. El cupo catalán, transferencias… lo que haga falta para que estén contentos.

Dice Gamarra que el Gobierno está usando a los menores como «moneda de cambio» para «permanecer en el poder» y seguir garantizándose el apoyo de los partidos independentistas porque Sánchez está aplicando lo que ella llama «el algoritmo de la desigualdad», que es la fórmula para que el presidente consiga «a costa de la igualdad de todos los españoles, que él siga permaneciendo en la Moncloa».

Yo creo que es el algoritmo de la desvergüenza de un presidente que ahora tendrá que decidir si concede las políticas integrales sobre inmigración al Gobierno catalán, como han exigido los independentistas. De entrada muy constitucional no parece la cosa, pero tantas cosas tampoco lo parecían y ahí están.

El problema es que el problema cada vez es más grande y que necesita una respuesta urgente primero para no ahogar la situación de Canarias peto sobre todo porque se trata de una cuestión de Estado que exige respuestas de Estado porque sólo el pasado mes de enero un total de 797 migrantes han llegado a España de forma irregular, 657 de ellos a Canarias.