Hoy: 23 de noviembre de 2024
Al hacer un recuento de la ruta que ha seguido la reforma al Poder Judicial de la Federación, el magistrado en retiro Pablo Vicente Monroy Gómez recuerda que durante las protestas de estudiantes de Derecho en varias ciudades del país, incluyendo Mérida, se utilizó una frase que califica de certera: “Reforma sí, pero no así”.
“¿Hay que reformar? Sí. ¿Tenemos fallas? Sí. ¿Tenemos carencias y omisiones en la Judicatura? Sí, pero esta iniciativa ni siquiera las menciona, ni siquiera las toca”, subraya.
Durante una entrevista, el magistrado en retiro señala que, en vez de impulsarse una auténtica reforma, lo que se pretende es destruir a un poder que permitirá a otro erigirse en poder absoluto, acabando con la independencia judicial.
Hace notar que en la reforma aprobada por el Congreso de la Unión se establece la creación del Tribunal de Disciplina Judicial, con la facultad de destituir jueces y magistrados si sus resoluciones son contrarias al interés social.
“¿Qué es eso? ¿Qué es el interés social?”, pregunta.
Enseguida relata algunos hechos vinculados con resoluciones de la justicia federal que pudieron causar irritación en las esferas presidenciales y, por consiguiente, un afán de venganza que se refleja en la reforma:
—Un juez decretó una suspensión en la construcción del Tren Maya porque no se había exhibido la Manifestación de Impacto Ambiental. Es un requisito. Se estaba parando la obra hasta que la Presidencia presentara el manifiesto.
—Una vez que presentaran el manifiesto seguramente la obra seguía adelante, y solamente si hubiera otro perjuicio se podría ordenar de nuevo la paralización. Era un requisito que no se estaba cumpliendo.
—Le causó enojo al presidente (Andrés Manuel López Obrador) cuando en la Suprema Corte se negó la incorporación de la Guardia Nacional a las fuerzas armadas, al Ejército.
—Eso quebrantó la relación entre el entonces presidente y el ministro (Juan Luis) González Alcántara, quien había sido presidente del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México y tuvo una relación amistosa con López Obrador durante todo el período en que éste fue jefe de Gobierno.
—Cuando vino la reforma constitucional, el ministro González Alcántara le dijo, en una cena: “No, señor presidente, es inconstitucional. Yo no puedo estar de acuerdo”. Eso motivó el distanciamiento, el enojo, y a partir de ahí, dicho por el señor ministro González Alcántara, empezó a gestarse el Plan B y luego el Plan C.
—O aquella vez que en la conmemoración de la Constitución de 1917 en el Teatro de la República, en Querétaro, la ministra Norma Piña no se levantó cuando hizo su entrada el presidente.
—Antes, cuando estaban en la puerta del Teatro de la República esperando al presidente la ministra Norma Piña y el presidente del Poder Legislativo, López Obrador no saludó a la presidenta de la Corte.
—Esas no son formas republicanas. Podrían ser una anécdota, podrían ser escena de mal gusto, pero miren en lo que derivó: en un coraje, en una venganza, porque eso es lo que la reforma conlleva, una venganza. No se están tocando los problemas.
—El problema es que se está subvirtiendo el Estado de Derecho. Si quieren cambiar el Estado de Derecho, si quieren hacer una transformación constitucional, bueno, que lo digan en esos términos, no que se maquine de manera tan perversa, calculando matemáticamente todo.
—Primero (se refería a la maniobra del oficialismo) nos hacemos del INE, con mayoría de consejeros; después no nombramos a las vacantes en el Tribunal Electoral para que no haya riesgo de que la votación sea dividida; enseguida, la cooptación de los magistrados que quedaron allí…
—Ya tenían la sobrerrepresentación en la Cámara de Diputados, que no sesionó válidamente por el cambio de sede. Después, la cooptación para tener mayoría calificada en el Senado, cooptando a senadores que una semana antes se estaban ofendiendo mutuamente con el presidente López Obrador y a quienes les ofrecieron que se iban a retirar las denuncias penales contra el papá y la mamá del senador propietario… Vimos esa cooptación tan burda.
Más adelante, el maestro Monroy Gómez recalca que la Suprema Corte de Justicia sí puede analizar todos los vicios de forma y fondo de la reforma constitucional.
Cuando le preguntamos si esas modificaciones se pueden revertir, el magistrado en retiro responde: “Absolutamente, absolutamente”.
Precisa que es un tema muy debatido en la doctrina, con opiniones a favor y en contra de que la Corte entre al análisis de reformas a la Constitución.
Sin embargo, apunta, hay precedentes de la propia Suprema Corte de que cuando se exponen vicios de forma sí procede el análisis.
“El problema está en el fondo, pero hay precedentes de la propia Suprema Corte que establecen que sí se puede analizar el fondo de una reforma constitucional”, enfatiza.
—Hubo un poder constituyente en Querétaro. Se reunieron después de la Revolución y ese poder constituyente expidió una Constitución.
—Como órganos constitucionales están los tres poderes: Ejecutivo, Legislativo y Judicial.
—Está otro órgano que es el reformador de la Constitución: las cámaras de Diputados y de Senadores, con mayoría calificada, y las legislaturas locales, con mayoría simple.
—Es un poder reformador que no tiene facultades para modificar la estructura básica, la estructura medular de la Constitución, los tres poderes con sus facultades y competencias cada uno.
—Ahí está el exministro Arturo Zaldívar, que ahora es de Morena y defensor cuatroteísta, cuya tesis de licenciatura fue precisamente la posibilidad de que se analicen jurídicamente las reformas constitucionales. Y después, siendo ya ministro y presidente (de la Corte), votó en un asunto en el sentido de que era posible que la Corte analizara las reformas constitucionales.
—Tengo fe, tengo la convicción de que la mayoría de la Corte, porque ya sabemos que hay oposición de las tres ministras que fueron propuestas por el presidente López Obrador, va a abordar el estudio. Son tantas las violaciones que tendrá que resolverse que es una reforma inconstitucional.
—Sé que aunque la Suprema Corte determine la inconstitucionalidad, el Poder Ejecutivo y el Legislativo no estarán de acuerdo, van a llamar a no acatarlo y entonces se agravará la crisis constitucional que ya tenemos, que existe desde el momento en que no se acataron las resoluciones de tantos jueces en los amparos que se han promovido.
Sobre las opciones de salida de la crisis, el magistrado en retiro recalca que por parte del Poder Judicial hay petición de diálogo planteada desde hace tiempo.
“Es inaudito que estemos reviviendo aquellos tiempos en que una parte importante de la sociedad pedía diálogo”, puntualiza. “En el movimiento del 68 le pedíamos diálogo al entonces presidente (Gustavo) Díaz Ordaz, un diálogo para abordar un pliego petitorio que ahora que lo veo digo: ¡Dios mío, por este pliego petitorio (hubo) tantas muertes!”.
—Pedimos diálogo desde hace tiempo en las últimas manifestaciones del Monumento de la Revolución al Ángel de la Independencia mantas enteras pidiendo diálogo a la presidenta entrante. Vamos a ponernos de acuerdo. Queremos una reforma sí, vamos a verla, vamos a examinarla.— ÁNGEL NOH ESTRADA
El magistrado en retiro Pablo Monroy no descarta una salida política a la crisis institucional.
Uno de los aspectos que refuerzan esa probabilidad, subraya, es la postura del INE, que tiene un papel muy importante en lo referente a la elección de jueces y magistrados por voto popular.
Desde hace rato consejeros del INE han dicho que técnicamente es un verdadero galimatías ponerse a preparar esa elección, en principio porque los distritos electorales en que está conformado el país no coinciden con los distritos judiciales, con nuestros circuitos, añade el exfuncionario judicial.
En segundo lugar, agrega, está la cuestión económica, lo que implica el gasto para la elección de 2025 y luego la elección de 2027, un presupuesto que no tiene el INE.
Reproducimos por su interés este artículo firmado por Ángel Noh Estrada publicado en El Diario de Yucatán.