Hoy: 25 de noviembre de 2024
Es una reflexión que suele repetirse, cuando echas la vista atrás año tras año en aquella fecha y observas como si se tratase de una película, que ocurrió, aquel año, y aquel dia que no puedes borrar de tus recuerdos.
Escudriñas en tu alma, es doloroso, pero continúas quitando esa tierra negra que lo cubre y tus manos y tus uñas la arrastran hacia afuera para dejarlo al descubierto. Fueron tiempos aciagos, demasiado repetitivos donde la desdicha y la tristeza acompañaban los días.
Pero aquel día de infausto recuerdo, todo terminó, y provocó un halo de inmenso dolor, acompañado equivocadamente de, un gran suspiro de esperanza, creyendo inocentemente que todo había terminado, pero los cambios sociales que se avecinaban con un dramático panorama de inmensa soledad, aún no los conocía.
Hace muchos años de aquello, hoy continúa la tremenda soledad que acompaña esos recuerdos y persiste el dolor, entonces piensas que es preferible sentirla y desgarrarse las entrañas antes de revivir aquella tortura psicológica provocada por una mente equivocada, que jamás deseó ocasionar ese dolor a los que amaba.
Desde la distancia y gracias al tiempo transcurrido, te das cuenta de que con fuerza mental y deseos de superación has sido capaz de superar aquellos tiempos de desdicha y frialdad para convertirlos en recuerdos pasados, y les has quitado las hojas amargas, provocando gracias a la luz, esa fotosíntesis que te ha dado la vida que tú, te has creado.
Le quitaste esa costra de desdicha y después de mucho cavar en esa tierra ya baldía, lograste llegar al fondo y sacar a la superficie, esa luz que quedó atrapada y enterrada por el dolor.
Hoy al pensar en aquel día, en ése aniversario, te diste cuenta de que fuiste capaz de perdonar y resurgir como el ave Fénix de tus propias cenizas y reencontrarte con aquel maravilloso sentimiento vivido del amor, que fue tan real, como el dolor.
Reflexionar para saber, cómo gestionar todos esos tropiezos que nos ofrecerá la vida, inexorablemente, es muy necesario. La meditación también lo es, para saber cómo afrontarlos.
El sentimiento de compasión, es la guía que nos mostrará el camino hacia esa perfección que los seres humanos debemos buscar, durante el tiempo que pasemos de existencia, en esta tierra.
Es el amor el que nos hace perdonar el que nos ayuda a olvidar y es el amor el que nos hace recordar que era amor Ese mismo que desde lejos muy lejos ha velado ha protegido ha ayudado No es un hasta que la muerte nos separe pues ni en la muerte muere el amor
Qué es el amor si no el motor de nuestras vidas, quien no vive para amar jamás se sentirá completo.
Muchas veces es desgarrador pues aún pasando el tiempo se estima de la misma manera y es entonces cuando entendemos que el amor nunca muere.
Que bueno sería que todos pudiéramos tener tan buenos recuerdos, cerrar los ojos y recordar a una persona que ha llenado tu vida de momentos maravillosos. Pasarían otros episodios desastrosos pero, haces muy bien, quédate con lo bueno que te regalo la vida, eso solo es capaz de hacerlo una persona, inteligente, buena y que desea vivir en paz.
Muy bien gestionado querida, la vida es demasiado corta, no se puede vivir enfadada, mejor encantada con lo bueno que nos pasó
Meditar, algo tan necesario que todos podemos hacer y que no requiere nada más que la voluntad de hacerlo y sin embargo muy pocas personas hacen. Meditar permite analizar, comprender, aceptar, superar y con todo ello, tener paz.
Algo que sin duda distingue a la personas avanzadas. Te felicito por ese trabajo de cada día para seguir avanzando y gracias por permitir que nos asomemos para tomar buena nota 🎼
Es muy injusto perder a los seres queridos, es algo que ninguno de nosotros deberíamos sufrir, pero por desgracia, es algo tan natural que solo nos queda resignarnos y esperar volverlos a ver, cuando esta vida se nos acabe.
Van pasando diferentes etapas en nuestra vida, acompañado de otros seres queridos y otros momentos que nos proporcionan diferentes sensaciones, pero siempre nos quedará ese recuerdo de lo vivido y será insustituible, pues forma parte de nosotros mismos.