El presidente ruso Vladímir Putin ha lanzado una dura advertencia a Europa asegurando que Rusia no desea un conflicto, pero que está «listo ahora mismo» para luchar si Europa así lo provoca. También afirmó que, en caso de una guerra, Moscú «no tendrá con quién negociar».
Sus declaraciones, realizadas antes de su encuentro con el enviado estadounidense Steve Witkoff, generaron preocupación inmediata en varias capitales europeas. Putin insistió en que «Rusia no busca una guerra con Europa», aunque repitió que respondería de forma inmediata si se produjera una escalada. El gesto de hacer esperar a Witkoff una hora ha sido interpretado como un símbolo adicional de desafío.
La visita del enviado estadounidense llega en un contexto en el que el Kremlin mantiene una postura rígida y rechaza concesiones sustanciales. Moscú considera que las negociaciones están prácticamente estancadas, y días antes Putin dejó claro que cualquier alto el fuego requeriría que Ucrania cediera territorios que Rusia ni siquiera ocupa, una condición imposible para Kiev.
A su llegada a Moscú, Witkoff fue recibido por Kirill Dmitriev, uno de los principales negociadores del Kremlin. Su visita se suma a una serie de viajes de emisarios de Donald Trump por Kiev, Ginebra, Miami y Abu Dabi, todos con el objetivo declarado de reactivar un acuerdo de paz entre Ucrania y Rusia.
El encuentro tiene lugar tras la filtración del borrador del plan de paz estadounidense, un documento de 28 puntos que generó polémica por supuestas concesiones excesivas hacia Moscú. Tanto Ucrania como la Unión Europea criticaron el texto por ser demasiado favorable a las demandas rusas. Ante el revuelo, Trump insistió en que se trata solo de un «concepto», abierto a revisión.