Hoy: 24 de noviembre de 2024
García-Galán es el responsable de la integración del módulo de servicio europeo de la nave Orión, que paseó alrededor de la Luna durante veintiséis días. También ha participado en otras facetas del diseño e integración de la nave Orión y las misiones de Artemis.
Este último, es un programa previo a Orión que hará posible que el hombre pise de nuevo la superficie lunar, medio siglo después de las misiones Apolo.
Durante la misión Artemis I, García-Galán lideró al equipo de ingeniería de Orión que apoyó todas operaciones desde el lanzamiento hasta la vuelta a la Tierra.
Y hay plazos. En 2025 habrá vuelo tripulado a la Luna y desde ahí se empezarán a crear los medios para viajar y ‘viovir’ en Marte a lo largo de la década de 2030. ¿Ciencia ficción? García-Galán asegura que es cien por cien real.
Este ingeniero que estudió en su Málaga natal, supo desde niño que quería astronauta y lleva 25 años trabajando en la NASA.
-Pregunta. El desarrollo del proyecto Artemis, que usted dirige, es quizás el más importante que se desarrolla en la historia de la Humanidad…
-Respuesta. Cuando se lanzó el Apolo nunca antes se había hecho nada parecido y llegamos a la Luna. Artemis tiene más objetivos que el programa Apolo. Cuando hablamos de Artemis nos referimos al mayor proyecto espacial que hay en marcha hoy por hoy. No solo a nivel técnico, financiero y humano, que también; sino que, junto al proyecto de viajar a Marte, el regreso a la Luna que quiere conseguir Artemis es también la vuelta de la investigación espacial al lugar que tuvo durante muchos años: el centro mismo del debate científico de las sociedades contemporáneas. La puedo asegurar que asistimos a una nueva era en la exploración espacial con la potente nave Orión y que llegar a Marte supondrá una revolución tecnológica increíble.
-P. Cuando se planea el regreso a la Luna se piensa con la idea de ‘quedarse’, es decir para ‘vivir’ allí de forma sostenible…
-R. Con el programa Artemis, que cuenta con la colaboración internacional de numerosos países a través de agencias espaciales como la europea, efectivamente pretendemos volver a pisar la Luna (llevar allí a la primera mujer), pero sobre todo nuestro objetivo es establecer una presencia sostenible en la superficie y la órbita lunar y sentar las bases de una economía lunar. Liderada por la NASA cuenta con el apoyo de media docena de Agencias Espaciales y un gran número de empresas privadas. Oficialmente, se considera la antesala del programa espacial de la NASA para poner a un hombre en Marte a lo largo de la década de 2030.
-P. Habla usted de economía lunar, ¿qué significa?
-R. Queremos fomentar la economía del espacio con compañías comerciales que han desarrollado la capacidad para el viaje de turistas al espacio, a la Estación Espacial, para investigar… y algo así es lo que queremos hacer en la superficie de la luna entre la NASA y otras agencias espaciales del mundo con las que colaboramos. Nosotros estamos ya favoreciendo el desarrollo de tecnologías que lo hagan posible.
-P. La presencia sostenible y permanente del hombre primero en la Luna y después en Marte, ¿qué parte tiene en la actualidad de ciencia-ficción y qué parte de realidad?
-P. Cien por cien real. Llevamos manteniendo astronautas en la estación espacial más de veinte años y ahora eso lo vamos a hacer en la Luna, un proyecto absolutamente real y viable, y apoyarnos en el satélite como una plataforma intermedia para crear la infraestructura que nos lleve a Marte. Sí, podemos hablar de que nuestro proyecto es colonizar Marte y en eso trabajamos.
-P. ¿Y disponemos ya de la ciencia y la tecnología que permita llegar a Marte y ‘vivir en Marte?
-R. Trabajamos con un proyecto colosal de despliegue de infraestructuras en el espacio. Durante la próxima década, Artemis desarrollará y pondrá en órbita (o en la superficie de la Luna) todo tipo de rovers, módulos de aterrizaje robóticos, satélites, estaciones espaciales e infraestructuras básicas de la base lunar. También se llevarán los primeros equipos para comenzar a explotar los recursos propios del satélite. Artemis es el proyecto más sólido para la ‘colonización’ efectiva de la Luna y después de Marte.
-P. La investigación espacial siempre ha dejado importantes avances que se han aplicado después a la sociedad. ¿Todo ese colosal despliegue tecnológico y científico del que habla dejará rastro en el día a día de las personas?
-R. Por supuesto. Ya sabe cómo nació Internet. Puedo ponerle varios ejemplos. En los maniquíes que usamos para experimentar los efectos de la radiación, los materiales que estamos fabricando para la propia nave, que tienen que ser muy fuertes y muy ligeros, tenemos que aprender a extraer agua en la superficie de la luna que ahora está en moléculas o hielo y hacer combustible de eso. Para tener una base en la luna tenemos que desarrollar un sistema que nos de energía, y no solo solar, también nuclear en las zonas de sombra que es donde está el agua. De todo eso aprenderemos cosas que tendrán un uso futuro en la Tierra.
-P. ¿De qué plazos hablamos para volver a pisar la Luna y emprender viaje a Marte…?
-R. Tenemos que pensar que el futuro de la Humanidad sea multiplaneta, que no solo vivamos en la Tierra y que desarrollemos la capacidad para vivir en otros planetas. Cuando lleguemos a Marte habrá que crear las condiciones para que sea posible la colonización, también en materia de supervivencia con cultivos que puedan garantizar consumos para un asentamiento permanente. La misión Artemis ha demostrado la capacidad de los sistemas de Orion en un entorno de vuelo espacial y garantizar un reingreso, descenso, amerizaje y recuperación seguros antes del primer vuelo tripulado; es decir, antes e lanzar el Artemis II. Esta será una misión casi idéntica a la I, pero con tripulantes. Estaba prevista para 2024, pero creo que será finalmente en 2025 cuando la nave lleve tripulación a la Luna. En el interludio, un sin fin de misiones auxiliares ayudarán a ir desarrollando toda la infraestructura necesaria. No solo para el alunizaje de la Artemis III, sino para allanar el camino hacia “una presencia humana a largo plazo en el satélite” y consolidar el papel de la como “trampolín para enviar astronautas a Marte”.
-P. Según los plazos que maneja la NASA, pisar Marte será posible a lo largo de la década de 2030…
-R. Esa es la previsión que manejamos y para ello primero tenemos que conseguir un nivel aceptable de autonomía de los astronautas en la Luna para que lo tengan después en Marte. En ese viaje no podemos decir ‘Houston, tenemos un problema’ porque cuando recibamos la notificación habrá pasado demasiado tiempo y nuestra respuesta desde la Tierra igual, es decir, no podremos ayudar a solucionar un problema urgente. Las comunicaciones son fundamentales, pero sobre todo la autonomía de los tripulantes y su capacidad para dar respuesta a las incidencias. No olvidemos que el viaje a la Luna son tres días y a Marte 9 meses de ida y 9 de vuelta.
-P. -Destaca usted la importancia de alcanzar condiciones sostenibles y para ello la agricultura juega un papel decisivo…
-R. La autosuficiencia es clave en materia de alimentación gracia a invernaderos y soluciones nutritivas. Como le decía antes, en la Luna y en Marte habrá que crear las condiciones para que sea posible la colonización, también en materia de supervivencia y alimentación con cultivos que puedan garantizar consumos para un asentamiento permanente. Por ejemplo en la Luna sabemos que en el polo sur, la zona oscura, existen túneles de lava en los que podemos crear invernaderos, teniendo en cuenta factores nutricionales y condiciones como la gravedad. En Marte hay tres veces menos que en la Tierra. Tenemos que ver que nutrientes hay y cómo puede afectar la gravedad a una planta. En todo esto trabajamos desde hace tiempo y tenemos avances muy importantes en materia de agricultura espacial.
-P. Alude a iniciativas que cuentan con la colaboración internacional, pero recientemente hemos visto que China posaba una nave suya en la zona oscura, y que otros países están también en una carrera espacial sin conocer muy bien los objetivos…
-R. Nosotros llevamos años colaborando con Rusia en la Estación Espacial con tripulaciones mixtas y nuestro deseo es mantener esta labor conjunta, pero es verdad que en casos como China no están involucrados en Artemis.