Un varón de 59 años ha sido detenido en Bilbao por su presunta implicación en un grave delito de pornografía infantil. La operación, bautizada como BOREAS y desarrollada en dos fases por la Jefatura Superior de Policía del País Vasco en coordinación con la Unidad Central de Ciberdelincuencia, permitió descubrir más de 12.300 archivos pedófilos en su poder, algunos con imágenes de menores de corta edad en situaciones “de extrema dureza”.
La primera pista surgió tras meses de ciberpatrullaje de los expertos en ciberdelincuencia, que detectaron un flujo constante de descargas ilegales desde una dirección IP vinculada a un local comercial de Bilbao. A través de una compleja labor de rastreo digital, la Policía identificó el negocio, donde el detenido actuaba como responsable, según una información publicada en Europa Press.
En una segunda fase, el Grupo de Delincuencia Organizada de la Brigada de Policía Judicial de Bilbao tomó el relevo. Bajo la dirección del Juzgado de Instrucción Nº4 de la ciudad, los agentes estrecharon el cerco sobre el sospechoso, G.J.I., tras descartar a otros empleados y personas vinculadas al establecimiento.
El investigado descargaba los contenidos desde el ordenador del local y desde un portátil conectado a la red wifi del mismo negocio. Posteriormente, trasladaba los archivos a su domicilio, un paso que complicó la identificación inicial de la fuente.
Con los mandamientos judiciales en mano, los agentes registraron tanto su vivienda como el comercio. En ambos lugares encontraron abundante material pedófilo. Las autoridades subrayan que algunas de las imágenes incautadas muestran a niños muy pequeños en situaciones de extrema violencia sexual, lo que agrava la dimensión del delito.
Tras la detención, la prioridad para las fuerzas de seguridad es ahora determinar la identidad de los menores que aparecen en los archivos de pornografía infantil y esclarecer en qué circunstancias y lugares se produjeron los abusos.
Esta labor, describen fuentes policiales, es “compleja, dolorosa y esencial”, y requiere de la colaboración internacional tanto policial como judicial. La Fiscalía de Cibercriminalidad de Bizkaia ha tenido un papel clave en el avance de esta investigación.
El arrestado ya ha sido puesto a disposición de la Autoridad Judicial junto con el atestado policial. La investigación continúa abierta y no se descartan nuevas actuaciones.