A poco más de 10 kilómetros para completar la etapa reina de La Vuelta, pasada la cima de L’Angliru, un grupo de manifestantes propalestinos interrumpió la carrera este viernes para protestar contra los ataques de Israel sobre Gaza y sus políticas en Cisjordania.
Efectivos de la Guardia Civil, encargados de velar por el correcto desarrollo de la carrera, se bajaron de sus motocicletas para dispersar a los manifestantes. Sin embargo, no pudieron evitar que los tres ciclistas —Bob Jungels, Nicolas Vinokourov y Jefferson Cepeda— tuvieran que frenar antes de iniciar la subida al mítico pico asturiano.
Esta no fue la única intervención de los manifestantes: a su paso por Llanes, varias personas intentaron detener la carrera portando banderas palestinas. A lo largo del recorrido se vieron numerosos protestantes con la enseña, y tras el breve parón, algunos incluso persiguieron a los fugados del momento, Jonas Vingegaard y João Almeida, con las banderas en mano.
Este incidente se produce solo dos días después de que otro grupo de manifestantes interrumpiera el final de la etapa en Bilbao. Las protestas de cientos de aficionados obligaron a finalizar la carrera sin declarar un ganador y a detener el cronómetro a tres kilómetros de la línea de meta.
El objetivo principal de estas concentraciones ha sido el equipo israelí Premier Tech, cuya presencia en la competición ha generado controversia entre los manifestantes.
El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, se pronunció sobre los hechos y afirmó estar a favor de expulsar al equipo israelí de La Vuelta. Sin embargo, matizó que se trata de una decisión que «no corresponde» al Gobierno de España.