El mito del consumo moderado de alcohol vuelve a tambalearse. Según un estudio publicado por la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC), incluso pequeñas cantidades de alcohol aumentan el riesgo de desarrollar cáncer de páncreas, uno de los más letales y difíciles de tratar. Por cada 10 gramos de alcohol diarios —menos de una copa de vino— el riesgo se incrementa en un 3%, según una información publicada en Diario de Yucatán.
Una de las claves del estudio, basado en datos de 2,5 millones de personas en cuatro continentes, es que excluyó a fumadores para aislar el efecto del alcohol. El resultado fue contundente: el riesgo persiste también en quienes nunca han fumado. “La relación es directa y significativa”, señaló Pietro Ferrari, responsable de nutrición y metabolismo de la IARC.
En mujeres, el impacto también es relevante. Con apenas dos copas al día (15 a 30 gramos de alcohol), el riesgo de cáncer pancreático se eleva un 12%. Y el porcentaje sigue creciendo con cada incremento. El metabolismo femenino no impide que el páncreas sufra consecuencias graves ante el alcohol.
El de páncreas no es de los más frecuentes, pero sí de los más mortales. Apenas muestra síntomas en etapas tempranas y los tratamientos actuales ofrecen pocas garantías. Según la IARC, este tumor representa el 3% de los cánceres diagnosticados pero causa el 6% de las muertes por cáncer a nivel global.
Los investigadores piden prudencia y concienciación. Aunque no proponen por ahora cambios legislativos, sí creen que estos hallazgos deben incorporarse a las campañas sanitarias. El vínculo entre alcohol y páncreas apenas había sido explorado. Ahora, se convierte en una pieza clave para la prevención y el diagnóstico precoz.