Mientras ERC deshojaba su estrecha margarita, cada vez más famélica a causa de rufianes y conductas con el mismo nombre, la otra España, “la que huele a caña, tabaco y brea”, sufría las irregularidades de un reparto “singular”, al que “tiene derecho”
El irlandés Rhys McClenaghan, se colgó la medalla de oro en el caballo con arcos después de sumar 15.533 por delante de los 15.433 del kazajo Nariman Kurbanov