Hoy: 15 de noviembre de 2024
En el Congreso pasan muchas cosas y muchas de ellas pasan desapercibidas. Una de esas ocurrió ayer cuando el PNV logró que el Pleno de la Cámara aprobase un cambio legal en la ley de Enjuiciamiento Criminal (LECrim) que permitirá agilizar los desahucios en casos de ocupación por allanamiento de morada, una modificación que ha salido adelante con apoyo del PP, ERC y Bildu y pese al voto en contra de los partidos que forman parte del Gobierno de coalición.
Bildu, por cierto, se ha disculpado después y asegura que se ha equivocado y prefieren que no se agilicen los desahucios. El caso es que la propuesta ha salido adelante y esta iniciativa tiene mucha enjundia porque la ‘okupación’ sea convertido en un problema para la sociedad española en contra de las tesis que defiende el Gobierno socialista de Pedro Sánchez y de sus socios de estómagos agradecidos.
Bien, muy bien por el PNV vasco por conectar con la sensibilidad de la sociedad española ante un problema que no ha hecho más que crecer y agravarse desde hace meses con la absoluta connivencia del Gobierno. Bien por un partido que ha escuchado a la gente mientras el Gobierno actúa del lado de los delincuentes.
Se trata de una enmienda introducida en el proyecto de Ley de Eficiencia del Servicio Público de la Justicia que la modifica para que los delitos de usurpación de morada (artículo 245 del Código Penal) y de allanamiento de morada (artículo 202 del Código Penal) pasen a tramitarse mediante los llamados juicios rápidos, lo que permitirá agilizar su resolución y los desahucios que puedan ordenarse.
Lo que sucede con los okupas en este país tiene parangón en Europa y va en contra del sentido común. Según la Constitución española todos los ciudadanos tienen derecho a una vivienda digna, es decir, corresponde a las administraciones facilitar este servicio en especial a familias y grupos de riesgo, pero lo que no dice la Constitución es que alguien se apropie de una vivienda que invade o asalta aprovechando que los dueños no están, y los propietarios pierdan sus derechos sobre ella. Propietarios que por cierto tienen que seguir pagando los suministros de agua y luz y que no se le ocurra cortarlos.
Es de locos, pero dicho a lo bruto es así y así lo ha aprobado y consentido el PSOE junto a los políticos progresistas que tienen chalés que no comparten con nadie y menos con andrajosos y harapientos.
En el programa de Ana Rosa Quintana en Tele 5, escuché la otra tarde una historia acojonante de okupas que es el vivo ejemplo del mundo al revés. Por resumirlo: okupan una casa que la propietaria reclama desde hace dos años. La dueña entra a su casa en un descuido de los okupas y cuando éstos comprueban que la propietaria está dentro, llaman a la Guardia Civil y los agentes detienen a la propietaria, sabiendo que lo es, y permiten que los okupas vuelvan a entrar.
Hay gente que tiene miedo a salir de sus casas un fin de semana y al volver encontrársela okupada, o quien teme que le okupen la casa del pueblo que han heredado de los padres. El problema es tan tremendo que ya hay seguros de hogar y empresas de seguridad que ofrecen cláusulas especiales ‘antiokupas’.
Mientras tanto Pedro Sánchez en su palacete de la Moncloa haciendo lo indecible para impedir que se la okupen aunque tenga pactar con el diablo.