Hoy: 28 de noviembre de 2024
En una carta dirigida al representante permanente de Bélgica ante la Unión Europea, Willem van de Voorde, los obispos europeos y representantes de iglesias del continente han urgido a intensificar los esfuerzos diplomáticos para alcanzar un alto el fuego en Ucrania y Gaza. La comunidad internacional es llamada a comprometerse aún más en la búsqueda de una solución pacífica y duradera para los conflictos en curso en Europa y sus fronteras, al respetar el derecho internacional y fomentar el diálogo entre las partes.
En la misiva, enviada días antes del inicio del semestre belga de presidencia de la UE, los obispos expresan su condena a la “trágica guerra” provocada por la “brutal agresión” e invasión perpetradas por Rusia contra Ucrania. Afirmaron que este conflicto no solo desafía el orden internacional, sino que también causa sufrimientos humanos y destrucción generalizada. Además, expresaron solidaridad con las víctimas y condenaron el despiadado ataque de Hamás contra el pueblo israelí.
En otra parte de la carta, los representantes de las Iglesias europeas se hicieron eco de la importancia de las elecciones al Parlamento Europeo y llamaron a la cooperación entre países y diferentes grupos sociales y religiosos. Destacaron la necesidad urgente de salvaguardar la Unión Europea al fortalecer los valores comunes, proteger la democracia y combatir el fundamentalismo y la polarización.
En el comunicado, los obispos y representantes de la Iglesia también señalaron el creciente malestar y temor en muchos países por los costes sociales actuales y futuros de la transición ecológica. Subrayaron la importancia de alcanzar un amplio consenso político y social para evitar un posible estancamiento legislativo hacia un futuro sostenible. Además, destacaron las responsabilidades globales de la UE en la seguridad de las importaciones de energía y materias primas, instando a evitar acuerdos con regímenes autoritarios y la explotación de países en desarrollo.
Finalmente, los obispos concluyeron la carta al llamar a mayores esfuerzos en el ámbito educativo y solicitar medidas para evitar la fuga de trabajadores especializados fuera de Europa. Abogaron por la creación de asociaciones entre instituciones y organizaciones civiles y religiosas para promover el desarrollo equitativo de las regiones europeas.