La icónica catedral de París reabre sus puertas con la presencia de Donald Trump
La histórica catedral de Notre Dame de París ha reabierto sus puertas al público la tarde de este sábado 7 de diciembre de 2024, tras una larga restauración de más de cinco años. Este evento simbólico marca una renovación tanto arquitectónica como espiritual para los parisinos y el mundo entero.
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, ha encabezado la ceremonia de reapertura, elogiando el esfuerzo colectivo que ha permitió la restauración de este ícono mundial después del devastador incendio de 2019. La restauración no sólo ha permitido recuperar la belleza de la catedral, sino que la ha proyectado hacia el futuro con renovadas características de seguridad y accesibilidad.
El evento también ha supuesto una gran relevancia internacional. Donald Trump, presidente electo de los Estados Unidos, ha asistido a la ceremonia, siendo esta su primera visita oficial al extranjero tras ganar a Kamala Harris en las pasadas elecciones de noviembre. Trump ha elogiado al presidente francés por la «maravillosa restauración», expresando su admiración por la magnitud del proyecto que ha devuelto a Notre Dame su esplendor original. Y ha aprovechado la presencia de las cámaras para lanzar un mensaje a Macron: «Parece que el mundo se ha vuelto un poco loco. Hablaremos de ello también», ha concluido.
El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, también ha participado en este acto, destacando la importancia cultural y religiosa de la emblemática catedral para Europa y el mundo. Su presencia ha sido vista como un gesto de solidaridad con Ucrania en tiempos de conflicto y un símbolo de esperanza y resiliencia. La reapertura de Notre Dame se ha convertido en un evento que ha reunido a líderes mundiales celebrando no sólo la restauración material de un patrimonio, sino también la restauración espiritual y emocional que la catedral representa.
El evento ha contado con la presencia de alrededor de 50 jefes de estado y gobierno, como los reyes belgas Felipe y Matilde; el príncipe Guillermo de Gales; el presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier; la primera dama de Estados Unidos, Jill Biden; o el presidente de la República Democrática del Congo, Félix Tshiseked, y con la ausencia del Papa Francisco.
La ceremonia de reapertura de Notre Dame ha estado altamente custodiado, con más de 6.000 policías desplegados en París para garantizar la seguridad de un acto que ha contado con la presencia de 2.900 asistentes. Con su regreso oficial a la vida pública, la catedral continúa siendo un faro de historia y cultura que trascendido lo meramente religioso para convertirse en un símbolo de unidad global y resistencia tal y como escribió Victor Hugo: «La catedral, en su majestuosidad, era la verdadera alma de París, una ciudad que se erige en un tiempo de grandes pruebas».