Los cobardes…callan y los auténticos ganadores se desangran en las calle, ante la impasibilidad de muchos gobiernos afines
¿Cómo es posible que esto ocurra?
¡Pues si, es posible y consentido! Consienten todo lo que está ocurriendo, en un país hermano, y eso que lo estamos siguiendo en redes y viendo, en grabaciones y en todos los canales de televisión de gran parte del mundo, como se están cometiendo toda clase de atropellos y muertes, contra los propios ciudadanos de un querido país como Venezuela.
Todo, por unas elecciones manipuladas, pero que esta vez, se ha visto fehacientemente, el juego sucio del director, que es el que escribió el guion.
Los cobardes… callan y los auténticos ganadores se desangran en las calle, ante la impasibilidad de muchos gobiernos afines y nos preguntamos…
¿Será que hacen lo mismo, cada vez que pueden?
Esa población que lo único que pretende es, instaurar en su país lo que las urnas han gritado con todo el dolor y la rabia, de unos sufridos ciudadanos, cuyos derechos han sido pisoteados por las botas guerreras de un dictador que manda a sus sabuesos para controlar como sea, a los ciudadanos Venezolanos que desde hace muchos años vienen suplicando, la legitima verdad, que las urnas han demostrado.¿Solo esta vez?
Pero, con un dictador que es capaz de callar a la población con fuego, es imposible contener todo lo que bajo ese terror está asentado desde hace muchos años.
Las urnas han hablado, y como siempre “los guerreros” han salido para reprimir a la población con fuego y detenciones.
Cuba, está y observa en la distancia, callando , el demonio, los junta y ellos actúan, y el peligro radica en que a unos más que a otros, les gusta la cacería humana.
Este siglo XXI está funcionando, como las historias de los Gulag en Rusia, que nos espantaron a los de esa generación y que ahora al envejecer, lo cuentan como anécdotas de esas batallas que ellos mismos vivieron.
Por desgracia la humanidad olvida, el amor al prójimo murió hace tiempo y el poder por el poder, arrastra a los trepadores hambrientos de brillo y mandato.
Estamos viendo el horror que está ocurriendo, con las guerras que están en pleno auge, en este mundo insolidario y como están lejos…
¿Qué hemos hecho con aquellos principios morales que las familias de bien traspasaban a sus hijos?
Que pena de humanidad que se ha deshumanizado.
Estudiemos solo un “ratito” lo que triunfa y vende en las redes.
Todo es , a costa de lo que sea, vivir solo por y para su apariencia y conseguir ser o parecer más que la que más por aparecer en las redes, como la más joven y divina que las otras.
!Que daño están haciendo a nuestra juventud, las redes!
Es el culto a lo “caduco” pues inexorablemente envejecerán, o morirán, podrán ser unos cadáveres, mas o menos bellos, pero a fin de cuentas morirán.
Tenemos mucho por lo que luchar, nuestro tiempo y nosotros mismos podremos empatizar, con el dolor y la preocupación, por los que sufren y así podremos sentir dentro de nosotros, esa maravillosa sensación de haber hecho algo, que no sea solo para nosotros mismos.
Hemos olvidado el desprendimiento propio, estamos en la era del egoísmo y no les trasmitimos a nuestros jóvenes, la piedad y la humanidad, ni siquiera el respeto a los demás, solo con cubrirles sus deseos, muchos se consideran unos estupendos padres.
!Es una mala enseñanza que viviremos, en nuestra propia carne, más pronto que tarde.
Empecemos con esos mayores, padres o abuelos que se quedan solos, en residencias o sus domicilios, día tras día, mes a mes y no se molestan en visitarlos sus hijos o nietos, incluso no les llaman en semanas, antes son los amigos y vecinos quienes se comunican con ellos.
Nos hemos convertido en seres insensibles, y faltos de empatía incluso con los nuestros. Como para pensar en quienes están lejos y no hablan ni siquiera, nuestro idioma.
Tenemos muchos escaparates donde mirar y todos a costa del dolor de poblaciones impotentes viendo como sus vidas las están destruyendo, sus gobernantes.
¿Dónde están esos salvadores que se escudan en esas organizaciones solo para lavarse las manos?
Pensar en esos puntos álgidos, de esos piases, donde se están cometiendo las mayores aberraciones contra el ser humano, si os queda un poco de piedad, caridad. amor a tu prójimo, o por respeto moral a tu propia esencia, reflexionarlo.
¿Qué está esperando la Comunidad Europea para ayudar a resolver la autentica presidencia de ese querido país hermano?
No ven, que lo están pidiendo, con gritos desgarradores, todos los venezolanos.
Ya está bien, de absurdos postureos, pues desde sus atalayas esos mandatarios, tienen una visión distorsionada de la realidad, mientras dejan premeditadamente, que se desangren los pueblos, en conflicto.
Tienen que cuidar esos intereses creados, esos a los que les chorrean la sangre por inacción pactada, son a los que de verdad les benefician los conflictos, para medrar.
¡Cuanto peor, mejor!
Muchos creyentes, esperamos la “voz” de esos miles de católicos, hoy más necesaria que nunca y ver, esa
Plaza de San Pedro, llenarse, esta vez de fieles, igual que se llenan las calles de nuestras ciudades, pidiendo justicia Divina,
ya que los políticos son ineficaces, a la hora de resolver conflictos.
Los paños calientes ya no valen, todo está en ebullición.
A Dios rogando y con el mazo dando, no es de recibo.
Los creyentes, lo estamos esperando, solo es necesario un gesto, de esa alma limpia, en la que muchos creemos.
Necesitamos creyentes con almas calientes, la indiferencia enfría la esperanza y la fe. No son buenos tiempos para quedarse esperando a ver, que pasa…Se nos termina el tiempo mientras muchas poblaciones del mundo sufren un desamparo total.
¡Empecemos a construir y dejemos de destruir!
Unamos nuestras manos, pidamos y supliquemos por todos ellos, pero también por nosotros mismos, para que la luz de la verdad regrese, para implantar de nuevo la justicia, en nuestro
desestructurado mundo.