Como el Gobierno necesita dinero a palas para sus despilfarros, sueldos a dedo y a gogó, excesos de guardaespaldas, falcones, coches y barbaridades extremas, nos ahoga con impuestos arbitrarios e insoportables.
Esta ministra de Hacienda, buque insignia de vulgaridades, hará que desde primero de año los padres no puedan ayudar a sus hijos ni los generosos echar una mano a los que viven de una jubilación miserable. Todo será controlado. Ellos deben saber cualquier movimiento de colaboración echando por tierra incluso lo que dice el evangelio: “ Cuando des limosna que tu mano derecha no sepa lo que hace la izquierda”… Quien prefiera a estos desalmados debe saber que contribuye a la “Conjura de los necios” y de los perversos.
Mientras, Zapatero exporta petróleo y ayuda a las aerolíneas con la única intención de hacer el bien a la sociedad, que es lo que supo inculcarla su abuelo asesinado. En Ferraz se distribuye en sobres apenas unos euros para fruslerías… y todo el desatino se posa sobre un pueblo cansado de comer pienso podrido. Un pueblo que, a causa de leyes malhadadas, es sólo soberano de su impotencia.
Pedro Villarejo