Mirar con otros ojos

20 de noviembre de 2024
1 minuto de lectura
Pedro Sánchez | Fuente: Europa Press
Pedro Sánchez | Fuente: EP

En la estrofa doce del Cántico Espiritual, San Juan de la Cruz escribe: “¡Oh cristalina fuente, / si en esos tus semblantes plateados, / formases de repente /los ojos deseados, / que tengo en las entrañas dibujados!… Estoy convencido de que el Presidente del Gobierno, ante la vacante obligatoria del magistrado Marchena en el Supremo, está buscando un relevo que pongan de manifiesto los ojos deseados para mirar las circunstancias, cuya luz determinada correría de su cuenta. Ojos que él lleva en sus entrañas dibujados para según qué ocasiones. Y que no tienen la misma honestidad de enfoque que los del señor Marchena.

Es verdad que nadie es imprescindible, pero también es cierto que todos somos necesarios en limitados puestos y en momentos oportunos. Vacante, que viene de vacío, deja con frecuencia sillones difíciles de reemplazar, aunque se haya buscado un relevo que disimule el empeño. Con el juez Marchena va a ocurrir algo así.

Elise Osman, en sus valientes aforismos, aclara que ”mientras domine la violencia, el único rebelde será el pacifista”… Rebeldes seguiremos, por sentirnos violentados en una democracia que intenta poner en los demás los cegados ojos de la conveniencia.

pedrouve

Responder

Your email address will not be published.

No olvides...

El PSOE pierda la oportunidad de hacer autocrítica

Congreso socialista: autocomplacencia, victimismo y nada de autocrítica

La autocomplacencia bebe de la soberbia y eso es lo que ha hecho el PSOE de Pedro Sánchez a lo

Cincuenta euros y una gran lección

Esta historia la contó un periodista español que se distingue de otros por su entrega a causas que merecen darse
Trump y los migrantes como "salvajes criminales"

¿Cuál será la política exterior de Trump? Algunas claves…

Las prioridades nacionales del líder norteamericano, como su idea para enfrentar la inmigración, tienen repercusiones internacionales

“De los señores feudales” (Cap. 4)

Desde 1979, año de la promulgación de la Ley Orgánica General Penitenciaria (LOGP), no se ha tocado para nada la