El estudio señala que 4,4 millones de personas residentes en España se retrasaron en los pagos de sus facturas como consecuencia del encarecimiento de la luz
Casi ocho millones de personas en España no pudieron mantener su vivienda con una temperatura adecuada durante el invierno, cifra que equivale al 17,1% de los hogares españoles, según se desprende del informe Indicadores de Pobreza Energética en España 2022 realizado por la Cátedra de Energía y Pobreza de la Universidad Pontificia Comillas, presentado por el director de la cátedra, Efraím Centeno y por el coordinador, José Carlos Romero.
El estudio señala que 4,4 millones de personas se retrasaron en los pagos de sus facturas en 2022, lo que equivale al 9,2%, una cifra que, según Romero, “ha mejorado poco, pero se percibe cierta estabilización”. El investigador ha insistido en monitorizar la evolución de este parámetro debido a la medida implementada por el gobierno en 2022 para eliminar los cortes de suministros en caso de impago de las facturas del hogar ante la crisis energética.
Dentro de la dimensión de gasto desproporcionado, en el informe se calculan dos indicadores: uno identifica como hogares en pobreza energética a aquellos cuyo porcentaje de gasto en energía sobre sus ingresos netos es mayor que el doble respecto a un ‘hogar medio’, y oto que usa un umbral absoluto basado en el salario mínimo interprofesional.
Mientras que el primero empeora, debido “al incremento abrupto en los gastos energéticos de los hogares, un aumento que no alcanza a compensarse con el crecimiento en los ingresos que también se dio” el basado en el ingreso mínimo estándar mejora ligeramente.
Pobreza energética
Por otro lado, entre los cinco indicadores objetivos se encuentran la pobreza energética oculta y severa, que identifica a aquellos hogares que gastan menos de lo que realmente necesitan para cubrir sus necesidades energéticas. En este punto, Romero ha explicado que un hogar se encuentra en pobreza energética oculta si gasta más de la mitad del gasto necesario, mientras que aquellas viviendas con pobreza energética oculta severa gastan menos de la cuarta parte de su gasto energético requerido.
En concreto, el indicador de pobreza energética oculta en 2022 se ha situado en el 30,9%, frente al 31,2% de 2021, aunque a juicio de Romero estas cifras son “inadmisibles” al estar en niveles muy altos. Por otro lado, la pobreza energética oculta severa ha crecido hasta el 10,6% en 2022, frente a los 10,3% de 2021, lo que significa que ha afectado a más personas durante este año.
“Estamos en una situación preocupante y en este indicador los niveles de pobreza energética son altos, y su tendencia no es de reducir”, ha apuntado el director de la cátedra, al tiempo que ha insistido en “no bajar la guardia”.