Hoy: 23 de noviembre de 2024
Los colegios electorales de la India han abierto este viernes a las 7:00 a.m. (hora local), marcando el inicio de unos comicios generales de gran envergadura. Se espera que participen un récord de 970 millones de personas registradas para ejercer su derecho al voto, lo que lo convierte en el proceso democrático más grande del país.
Estas elecciones, que se celebran para elegir a los 543 miembros de la Lok Sabha, la cámara baja del Parlamento indio, se extenderán a lo largo de 44 días, concluyendo el 1 de junio. Tres días después del cierre de las votaciones se darán a conocer los resultados, que determinarán al próximo primer ministro de la nación. El actual mandatario, el ultranacionalista Narendra Modi, se perfila como el principal favorito para ser reelegido por segunda vez, a pesar de enfrentarse a una oposición fragmentada.
Es importante señalar que el 25% de los escaños en la Lok Sabha están reservados para la casta dalit y las tribus indígenas o adivasi de la India, dos grupos sociales históricamente desfavorecidos. Además, cabe recordar que aunque el Parlamento indio aprobó recientemente una medida para reservar un tercio de los escaños legislativos para las mujeres, la implementación de esta ley ha sido pospuesta hasta después de 2024.
El proceso está dividido en siete fases de votación repartidas durante seis semanas. La segunda fase tendrá lugar el 26 de abril; la tercera el 7 de mayo; la cuarta el día 13 de ese mes, y la quinta y la sexta se celebrarán los días 20 y 26 de mayo. La séptima y final tendrá lugar el 1 de junio, tres días antes de la publicación de los resultados, el 4 de junio, según ha explicado el jefe de la comisión, Rajeev Kumar.
En este sentido, es el proceso más numeroso y también el más costoso. Partidos (más de 670) y candidatos (más de 8.000) se gastaron en 2019 unos 8.500 millones de dólares (unos 7.900 millones de euros) en su campaña electoral, una cifra que la votación de este año superará casi con toda probabilidad, según estima el centro de estudios del Carnegie Endowment for Peace.
A lo largo de la votación, los ciudadanos podrán depositar su papeleta en alguna del millón de cabinas de voto distribuidas por todo el país un mínimo de una cada dos kilómetros, pretende la Comisión Electoral bajo la mirada de más de 15 millones de voluntarios para atender cualquier duda que se les pudiera presentar, incluso si para ello tienen que viajar hasta Tashigang, a 4.600 metros de altura, donde se encontraba en 2019 la cabina de votación a mayor altitud del planeta.
Otra curiosidad es que el único habitante del remoto Parque Nacional Gir, en Gujarat, hogar de los últimos leones asiáticos en libertad, tiene su propio colegio electoral con su propia máquina de votación electrónica, porque no hay papeletas de papel para votar en persona.
La distribución en fases obedece también a una cuestión esencial de seguridad. Unos comicios simultáneos serían imposibles de vigilar por las fuerzas de seguridad indias, especialmente en zonas caracterizadas por sus elevados niveles de violencia política, especialmente durante las elecciones, como el estado de Bengala Occidental.
Otro estado al margen es el de Jammu y Cachemira, tradicionalmente marginado por el Gobierno federal indio, que ha visto aplazadas sus expectativas de celebrar sus ansiadas elecciones al Parlamento local ante la imposibilidad de hacerlas simultáneamente con las generales. Este pasado fin de semana, Modi y Kumar prometieron a los habitantes del estado que los esperados comicios tendrán lugar “pronto”, en el momento en que “las fuerzas de seguridad estén disponibles”.