La puntilla

22 de marzo de 2025
2 minutos de lectura
Toros. | EP
PALI PLASCENCIA

Los antiBrugadas tienen una faena imposible por cuajar: hacerle entender a los no taurinos algo que en su vida podrían entender

#PrimeraNETA

Qué mala memoria la que tienen los taurinos, después de que Clara Brugada, morenista y jefa de Gobierno de la Ciudad de México se ha tirado a matar en contra de la “fiesta brava” mexicana, aquellos taurinos que todo permitían, ahora hablan con rabia sobre la necesidad de atemperar la fuerza de las fieras que ponen en peligro de muerte a quien las lidia en el ruedo. Explican atribulados la esencia del toreo situándola en las banderillas, las puyas y estoque.

Hablan de lo que nunca hablaron y se olvidan de las trampas que no sólo permitieron, sino que crearon, secundaron. Si hoy no tienen quién los defienda es porque no hay motivos para defenderlos. ¿Y qué culpa tienen los monosabios, vendedores de cubas y papitas; ganaderos honestos y toreros que siempre buscaron una oportunidad sin encontrarla? Ninguna culpa, es cierto, pero son parte del paquete, en una de ésas y si hubieran alzado la voz cuando las injusticias sucedían, hoy no estuvieran ante la inminente desaparición de las corridas de toros en la Ciudad de México.

Andan los taurinos hablando de datos científicos, que si la embestida del toro bravo por instinto, que si la muerte del torero, que si la violencia per se. Los periodistas taurinos quieren defender la “fiesta” diciendo que el país está bañado en sangre, torpísimo argumento. ¿Por qué no usaron sus medios para señalar las trampas a tiempo?

#SegundaNETA

Publicó Heriberto Murrieta que “de ser aprobada, lo único que esta medida conseguiría es intercambiar la muerte digna del toro en la plaza por su sacrificio indigno, ventajoso y cruel en la penumbra del rastro”. No podría yo estar más en desacuerdo: la muerte del toro en la mayoría de los ruedos mexicanos es indigna y ventajosa a más no poder: las puyas son kilométricas, los descabellos infinitos, los toritos despuntados son el pan de cada día.

Probablemente si hace 10 o 15 años se hubiera levantado la voz en las transmisiones desde la Plaza México para consignar los descarados abusos, hoy otro gallo les cantara… probablemente. Los antiBrugadas tienen una faena imposible por cuajar: hacerle entender a los no taurinos algo que en su vida podrían entender: que se mata al toro para honrarlo, que el toro vive como rey en el campo; que si se extingue el toro de lidia, que si bla, bla, bla. Ya es muy tarde. Ustedes, taurinos, en buena medida cavaron su propia tumba.

Uy, y si alguien le explicara a taurinos y antitaurinos cómo es el proceso para despuntar a un toro, montarían en cólera, unos y otros. No les queda hoy hablar de injusticias. No más no.

*Por su interés, reproducimos este artículo de Pali Plascencia, publicado en Excelsior

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