En España, el 40% de los perros y gatos conviven como parte de las familias. Sin embargo, muchos tutores aún no comprenden del todo lo que sus mascotas intentan comunicarles. Para mejorar esa convivencia, interpretar correctamente su lenguaje corporal y vocalizaciones puede marcar la diferencia entre una mascota feliz y una que sufre en silencio, según una información publicada en ElMostrador.
El lenguaje felino es sutil pero claro si se sabe leer. La cola, por ejemplo, es una herramienta expresiva clave:
“Los gatos son animales muy sensibles, y cualquier cambio en su postura o comportamiento puede ser un llamado de atención”, explica Axel Haleby, médico veterinario y gerente general de Inaba Chile.
Los perros, por su parte, usan una mezcla de sonidos y gestos para expresar cómo se sienten:
Tanto en perros como en gatos, los cambios de comportamiento deben encender las alertas. En gatos, el dejar de acicalarse o usar su caja de arena puede revelar estrés o problemas médicos. En perros, actitudes destructivas o vocalizaciones excesivas son síntomas comunes de ansiedad o aburrimiento.
Observar con atención, reforzar con juegos, mantener rutinas seguras y estar atentos a cualquier señal fuera de lo común es clave para asegurar el bienestar de nuestra mascota. Porque ellos hablan, aunque no usen palabras. ¿Estás escuchando lo que tu perro o gato quiere decirte?