La relación entre Vinícius Júnior y la afición del Real Madrid vivió un nuevo episodio de tensión en el Santiago Bernabéu. El delantero brasileño fue sustituido en el minuto 83 del encuentro ante el Sevilla y, al abandonar el campo, escuchó una sonora pitada que reflejaba el malestar de parte de la grada. Minutos después, ya en el vestuario, su reacción no pasó desapercibida: eliminó de sus redes sociales la foto de perfil con la camiseta del Real Madrid.
Los silbidos no llegaron de forma aislada. Desde el inicio del partido, el ambiente fue frío con Vinícius. Su nombre ya recibió murmullos cuando sonó por megafonía y cada acción fallida aumentó la impaciencia del público. El atacante no logró completar un solo disparo y encadenó así su decimocuarto partido consecutivo sin marcar, una racha que se traduce en 1.115 minutos sin gol con la camiseta blanca.
El momento más tenso llegó con el cambio. Cuando Xabi Alonso decidió sustituirlo, el estadio respondió con pitos prolongados. El gesto de Vinícius, cediendo el brazalete de capitán a Thibaut Courtois, alargó la escena y mantuvo el ruido desde la grada. No fue una despedida silenciosa.
Nada más llegar al vestuario, el brasileño actuó. Cambió su foto de perfil, sustituyendo la imagen con la camiseta del Madrid por una con la selección de Brasil. Además, publicó una imagen acompañada únicamente por tres puntos suspensivos, un mensaje mínimo que muchos interpretaron como señal de malestar. La rapidez del gesto llamó la atención, especialmente porque en otras ocasiones sus reacciones habían sido más medidas, según 20 minutos.
La reacción en redes sociales volvió a poner el foco sobre la situación deportiva y emocional del futbolista. Vinícius no atraviesa su mejor momento y la paciencia de parte de la afición parece agotarse. En rueda de prensa, Xabi Alonso quiso rebajar la tensión, recordando que el público tiene derecho a expresar su opinión, pero pidió también valorar el contexto del equipo y confiar en la mejora colectiva.
El técnico aseguró no haber hablado con el jugador sobre los pitos, aunque el gesto en redes evidencia que sí le afectaron. Más allá del resultado puntual, el episodio reabre preguntas de fondo. Vinícius tiene contrato hasta 2027, pero su estatus dentro del equipo ya no es intocable, especialmente en un escenario donde los goles de Kylian Mbappé concentran el protagonismo ofensivo.
El cambio de foto no es una ruptura, pero sí un gesto cargado de simbolismo. Refleja frustración, orgullo herido y una relación que atraviesa una fase delicada. En el fútbol moderno, donde las redes sociales amplifican cada detalle, un simple cambio de imagen puede decir mucho más que un comunicado.
Ahora, el balón vuelve a estar en el campo. Vinícius necesita recuperar confianza y goles. La afición, reconciliarse con uno de los jugadores más decisivos de los últimos años. Porque, más allá de los pitos y los gestos digitales, el fútbol siempre acaba hablando sobre el césped.