Hoy: 23 de noviembre de 2024
Más de 1.300 personas fueron detenidas el miércoles en 38 ciudades de Rusia por participar en protestas contra la movilización militar anunciada por el presidente, Vladimir Putin, después de que la Fiscalía avisase a los potenciales asistentes a estas marchas de que podrían estar cometiendo un delito.
Se materializan así los temores de Putin, cuando el pasado 13 de septiembre la prensa ucraniana anunció a bombo y platillo que las tropas de Zelenski estaban recuperando algunos territorios perdidos. Entonces, un sector del Kremlin pidió la dimisión del mandatario, quien no ha podido “acallar” las voces disidentes, tal y como prometió.
En concreto, según el recuento elaborado por la organización OVD, que aboga por los derechos civiles en Rusia, al menos 1.386 manifestantes han sido detenidas, entre ellas menores de edad y periodistas. Algunos de estos periodistas son reporteros que realizan coberturas internacionales y que han difundido la crudeza de los hechos a través de Twitter. Es el caso de Matthew Luxmoore, de The Wall Street Journal o Andrew Roth, de The Guardian. Ambos han expuesto al público alguno de los cánticos que se han entonado en las calles rusas: “No a la guerra”, como el más recurrente.
San Petersburgo es la ciudad con más detenciones, al menos 541, mientras que en la capital, Moscú, las fuerzas de seguridad han detenido a 509 manifestantes. OVD ha denunciado casos de supuestos abusos policiales y de incomunicación de los sospechosos.
Desde marzo de este mismo año, las autoridades rusas castigan con dureza este tipo de movilizaciones, alegando que no cuentan con permiso oficial y acogiéndose a un Código Penal expresamente modificado a tal efecto.