Marc Márquez volvió a demostrar por qué es el gran dominador del Mundial de MotoGP. El piloto de Cervera, a lomos de su Ducati, se llevó la victoria en el Gran Premio de Hungría y cerró otro fin de semana perfecto. El sábado había ganado la carrera al esprint. El domingo, volvió a subir a lo más alto del podio.
No fue un triunfo sencillo. En la salida, Marco Bezzecchi le arrebató la primera posición y llegaron incluso a tocarse. Márquez salvó la caída. Otros, como su hermano Álex o Enea Bastianini, no tuvieron tanta suerte.
El italiano puso un ritmo fuerte y se escapó más de un segundo. Pero Márquez no se puso nervioso. Adelantó a Franco Morbidelli y empezó a recortar tiempo. En la vuelta 11, aprovechó la recta principal para superar a Bezzecchi y tomar el mando. Desde ahí, nadie pudo seguirle.
Pedro Acosta, que venía fuerte desde atrás, también superó al italiano y firmó un segundo puesto de mucho mérito. Bezzecchi completó el podio, mientras que Jorge Martín se quedó a las puertas en cuarta posición.
Con esta victoria, Márquez alcanza los 455 puntos y se distancia 175 de Álex Márquez en la general. Su décima victoria en carreras largas este año y el séptimo doblete consecutivo dejan claro que está en su mejor momento, según ha publicado Europa Press.
No solo en MotoGP hubo buenas noticias para el motociclismo español. En Moto2, David Alonso logró su primera victoria en la categoría. Superó al brasileño Diogo Moreira por una décima y se estrenó en lo más alto. Manu González, líder del campeonato, terminó tercero y amplía su ventaja en la clasificación.
En Moto3, Máximo Quiles se llevó una victoria de infarto. Solo 18 milésimas le separaron del argentino Valentín Perrone. David Muñoz completó un podio con sabor español.
La cita en Balaton Park dejó emoción, adelantamientos y un debut soñado para el circuito húngaro. Pero, sobre todo, dejó claro que Marc Márquez sigue ampliando su territorio. Siete dobletes seguidos. Diez victorias en largas. Y una sensación: la de que su dominio no tiene techo.