Las manchas rojas en la piel son una de las causas más comunes de consulta dermatológica. Pueden aparecer de forma repentina o progresiva y, aunque la mayoría no representan un problema grave, en ciertos casos pueden ser la manifestación visible de una alergia, una infección o incluso una enfermedad interna. Por ello, los especialistas recomiendan observar su forma, evolución y los síntomas que las acompañan, ya que no todas tienen el mismo origen.
Según recoge La Razón, en la mayoría de las ocasiones, las manchas rojas aparecen por causas benignas y temporales. Entre las más habituales se encuentran las reacciones alérgicas leves a cosméticos, detergentes o alimentos, los cambios bruscos de temperatura, la irritación por contacto con determinadas sustancias, las picaduras de insectos o la exposición prolongada al sol sin protección. Estas lesiones suelen mejorar en pocos días con cuidados básicos, como mantener la piel hidratada, evitar el rascado, usar ropa holgada y aplicar cremas calmantes o antihistamínicos tópicos.
Sin embargo, no todas las manchas rojas deben tratarse a la ligera. Cuando estas persisten más de una semana, aumentan de tamaño o se acompañan de fiebre, picor intenso o malestar general, es necesario acudir al médico o dermatólogo. Estos signos pueden indicar una afección más compleja que requiere diagnóstico profesional.
También deben vigilarse las manchas que presentan ampollas, descamación o heridas, ya que pueden ser consecuencia de infecciones cutáneas o reacciones alérgicas severas. Asimismo, si las manchas aparecen junto con síntomas respiratorios o digestivos, podrían estar relacionadas con una reacción alérgica sistémica que requiere atención urgente.
Un caso particular son las petequias, pequeñas manchas rojas que no desaparecen al presionarlas. Su presencia puede estar asociada a problemas sanguíneos o infecciones y necesita una valoración médica inmediata. En definitiva, aunque la mayoría de las manchas rojas en la piel son inofensivas, la observación atenta y la consulta temprana con un especialista son claves para garantizar un diagnóstico adecuado y prevenir complicaciones.