Este sábado, una multitudinaria protesta tuvo lugar en Madrid, convocada para conmemorar el segundo aniversario de la invasión rusa a Ucrania. Alrededor de 4.500 ciudadanos se congregaron en la Plaza de España para expresar su solidaridad con el pueblo ucraniano y para exigir el cese del conflicto armado desatado por Rusia en 2022.
La manifestación, que comenzó a las 17.00 horas, contó con la participación de diversos colectivos de apoyo a Ucrania y atrajo a una gran cantidad de personas que marcharon hasta la emblemática Puerta del Sol. Entre la multitud, ondeaban banderas tanto de Ucrania como de España, y se llevaban pancartas con mensajes de paz y gratitud hacia Europa por el respaldo brindado desde el inicio de la invasión.
Durante la marcha, los manifestantes corearon consignas como «Fuera de Ucrania, Putin asesino», «Hoy Ucrania, mañana Europa» y «Europa escucha, esta es tu lucha». Además, portaban carteles con demandas claras, tales como «Paz», «Stop Putin» o «¡Basta!».
Entre las personalidades presentes en la manifestación se encontraba el embajador de Ucrania en España, Serhii Pohoreltsev, quien expresó su agradecimiento al Gobierno y al pueblo español por el apoyo recibido desde el inicio del conflicto. Sin embargo, hizo hincapié en la necesidad urgente de obtener más material bélico para fortalecer la capacidad de resistencia de Ucrania y llevar a cabo operaciones contraofensivas.
«Tenemos que recibir más material bélico para poder resistir, para realizar las operaciones contraofensivas porque es muy importante conseguir este material de parte de nuestros países amigos y países socios. España nos apoya mucho», señaló Pohoreltsev, destacando el crecimiento de la comunidad ucraniana en territorio español desde el inicio de la guerra, que ahora cuenta con casi 190.000 residentes más.
El embajador también expresó su agradecimiento a España por su papel durante la presidencia del Consejo de la UE, al facilitar el inicio de las negociaciones para la integración del país en la Unión Europea. Asimismo, elogió la iniciativa de ser uno de los «primeros países en Europa» en ofrecer protección temporal a los refugiados ucranianos.