Tras una gira de más de dos años, el grupo musical anuncia un nuevo disco y prometen regresar con gran energía
Madrid fue el escenario donde Love of Lesbian puso fin a su épica gira del último trabajo, V.E.H.N. (Viaje épico hacia la nada). El concierto, que duró casi dos horas y media, contó con entradas agotadas y presentó los grandes clásicos de su discografía que ya se han convertido en la banda sonora de toda una generación.
A pesar de la fría noche en las afueras del WiZink Center, el auditorio se fue calentando con la actuación de Turf, la banda argentina que visitaba España por primera vez, como teloneros del cuarteto barcelonés compuesto por Santi Balmes, Julián Saldarriaga, Jordi Roig y Oriol Bonet. Love of Lesbian se presentó puntual ante su público a las 21.00 horas, y los seguidores corearon con entusiasmo canciones como Nadie por las calles y Bajo el volcán.
Santi Balmes, el cantante y compositor, se dirigió al público durante el concierto y compartió su emoción al recordar que la gira comenzó en marzo de 2021 en el Palau Sant Jordi de Barcelona, siendo uno de los primeros conciertos importantes tras el inicio de la pandemia. “Esto ha sido un milagro”, expresó, y animó a los fans a emocionarse, llorar, besarse, bailar y volverse locos con las “noches reversibles”.
Uno de los momentos memorables de la noche fue cuando interpretaron Cuentos chinos para niños del Japón y la audiencia coreó “creo que voy a empezar a romperme” en unión con la banda. También sonaron canciones emotivas como Planeador y Segundo asalto, que conectaron profundamente con los seguidores.
El repertorio incluyó otros temas destacados, como Niña imantada, que recordaba a los seguidores más veteranos y que, en su momento, Love of Lesbian no sabía cómo funcionaría. El concierto continuó con canciones como Los colores de una sombra, Sesenta memorias perdidas, Escuela de danza y Cosmos, de su último disco.
La gira de V.E.H.N. llevó a Love of Lesbian por varios países de Latinoamérica y por toda España. Su éxito se reflejó en la obtención de un nuevo Disco de Oro, el cuarto de su carrera, al vender más de 20.000 copias de este noveno trabajo de estudio.
Expresiones de gratitud a quienes preservan “la cultura en constante vitalidad”
Julián Saldarriaga, guitarrista de la banda, también tomó la palabra para recordar “los desafíos superados” hasta llegar a este concierto, con un especial agradecimiento al equipo técnico y a todas las personas que “han mantenido la cultura viva”. “Sin ustedes, esto no sería posible”, afirmaba.
En el ecuador del concierto, una canción que hace brotar lágrimas, según palabras de Balmes, recordó que lo malo no puede durar para siempre en Los males pasajeros y que a veces hay que sacar “un billete solo de ida”.
Sin perder de vista la actualidad, después de viajar a Belice, Balmes denunció “las atrocidades” que se están cometiendo en Gaza, al tiempo que elogió a “las personas que trabajan en silencio y hacen que las cosas sean más fáciles”. Esto sirvió de introducción a su Manifiesto delirista, seguido de I.M.T (Incapacidad Moral Transitoria) y Algunas plantas.
El público estaba en pleno delirio, cantaba y bailaba como si la banda todavía estuviera en el escenario durante esta primera pausa del concierto. Los primeros acordes de ‘Incendios de Nieve’ emocionaron nuevamente a los asistentes, que se entregaron por completo cuando Leiva apareció en el escenario como artista invitado, una actuación que llenó el auditorio de luz roja.
El mismo nivel de devoción se mantuvo con los primeros acordes de Fantástico, con todo el público de nuevo de pie, si es que alguna vez alguien estuvo sentado, en medio de una lluvia de confeti y una alegría indescriptible. Esto no pudo detener la segunda breve pausa de la noche, acompañada del Club de fans de John Boy.
El concierto entraba en su tramo final en un delirio interminable, con Cuando no me ves, 1999 (que se interrumpió justo después de comenzar para atender a una persona en las primeras filas), Los irrompibles y otro tema icónico, Allí donde solíamos gritar.
“Esta es la última canción por un largo tiempo porque un nuevo álbum está en camino. Volveremos con gran energía”, auguraba Balmes en su despedida. Hizo un alegato en favor del “milagro de la música y de la magia de una matemática emocional que vale la pena compartir”. Fue una noche de “pausa en los problemas”, en la que el grupo demostró su gran talento y en la que el género indie mostró que sigue en plena forma.