El paracetamol, también llamado acetaminofén, es uno de los analgésicos más usados en el mundo. Alivia el dolor y reduce la fiebre. Se emplea para dolores de cabeza, musculares, menstruales, de muelas o garganta, además de molestias tras vacunas y síntomas leves de artritis.
Aunque muchos lo consideran seguro, su uso diario en adultos mayores merece atención. Con la edad, el cuerpo procesa los medicamentos de forma distinta. Esto puede aumentar el riesgo de efectos adversos si se toma de manera prolongada o sin supervisión médica.
El hígado es el órgano más afectado por el paracetamol. Tomar más de la dosis recomendada puede causar daño hepático agudo. En adultos mayores, la dosis máxima suele limitarse a 3.000 mg al día. Combinar paracetamol con alcohol incrementa el riesgo de lesiones hepáticas.
Otro peligro es la interacción con otros medicamentos. Muchos productos para resfriado o gripe contienen paracetamol. Tomar varios a la vez puede causar sobredosis sin que la persona lo note. La polifarmacia, común en adultos mayores, hace que este riesgo sea aún mayor.
El sistema digestivo también puede verse afectado. Estudios muestran que el uso prolongado se asocia a úlceras con sangrado en estómago o intestinos. Además, puede elevar la presión arterial y aumentar el riesgo de insuficiencia cardíaca, aunque de manera más leve que otros analgésicos como los AINE.
El paracetamol prolongado puede afectar la función renal. La evidencia indica un mayor riesgo de enfermedad renal crónica. También existen casos raros de reacciones alérgicas, alteraciones sanguíneas o problemas cutáneos graves.
El paracetamol sigue siendo una opción relativamente segura si se usa de forma temporal. Algunas recomendaciones para adultos mayores incluyen:
Ante cualquier síntoma inusual, como dolor abdominal persistente, heces con sangre o cambios en la orina, suspender su uso y consultar al médico.
El paracetamol es útil y seguro cuando se usa con precaución. Sin embargo, en adultos mayores, su consumo diario puede traer riesgos serios. Siempre es recomendable hablar con un profesional de salud antes de tomarlo de manera continua.