Emanciparse se ha convertido en una meta casi inalcanzable para los jóvenes españoles. Según el último informe del Consejo de la Juventud de España (CJE), más del 90% del salario de un joven se destina únicamente a cubrir el alquiler de un piso en solitario. La situación se agrava al intentar compartir vivienda: incluso una habitación supone más del 35% del sueldo, superando ampliamente el umbral recomendado del 30% por organismos internacionales.
A finales de 2024, el precio medio del alquiler libre alcanzó los 1.080 euros al mes, la cifra más alta desde que se tienen registros. Esto explica por qué la tasa de emancipación juvenil cayó al 15,2%, el nivel más bajo desde 2006. La diferencia entre comunidades también es notable: Madrid y Cataluña presentan las tasas más altas (17,9% y 17,6%), mientras que Castilla-La Mancha y Andalucía registran los niveles más bajos (10,6% y 12%). El salario medio anual de los jóvenes también varía según la región: 17.563 euros en Madrid frente a 11.793 euros en Canarias.
El informe del CJE señala que, aunque el salario mediano creció un 11% interanual hasta los 14.046,52 euros y la tasa de paro juvenil descendió al 19,1%, estas mejoras no son suficientes para facilitar la emancipación. La vivienda sigue siendo un obstáculo insalvable, y más del 70% de los jóvenes continúa viviendo en el hogar familiar.
El acceso a la propiedad tampoco ofrece soluciones. El precio medio de compraventa de una vivienda se situó en 197.210 euros a finales de 2024, un 7% más que el año anterior. Según ha informado Europa Press, para adquirir una vivienda, un joven tendría que destinar todo su salario durante 14 años, y cuatro años completos solo para reunir la entrada de 59.000 euros. Por ello, el alquiler sigue siendo la opción más común, con un 57,9% de jóvenes emancipados viviendo en régimen de arrendamiento. Solo el 19,7% vive solo, mientras que un 29,3% comparte piso.
Además, contar con empleo o estudios superiores no garantiza la independencia. Más de seis de cada diez jóvenes han superado la educación obligatoria, y el 29,8% tiene estudios superiores. Sin embargo, los altos costes de vivienda mantienen la emancipación fuera de su alcance. El CJE alerta de que casi uno de cada cinco jóvenes con empleo sigue en riesgo de pobreza o exclusión social, y entre los parados, la cifra supera el 50%.
El Consejo de la Juventud pide al Ministerio de Vivienda medidas urgentes: aplicar la Ley por el Derecho a la Vivienda, reformar el Bono Alquiler Joven y construir más vivienda pública destinada a jóvenes. Sin estas acciones, la independencia seguirá siendo un lujo reservado para pocos.