Los bajitos

19 de noviembre de 2025
1 minuto de lectura
Fuente: Canva

José Luis mostraba seguridades que no había visto valiéndose de indicios: era su modo de ovillar la desmesura…

El más listo de aquel curso en la facultad fue José Luis Miranda, de un metro sesenta más o menos, que sabía responder a todo lo que se le preguntara. Y cuando alguien pretendía humillar a un compañero, acudía a José Luis por si sabía algún chisme del sujeto que pudiera avinagrarlo. Y también lo sabía. Con algo había que compensarle, pero la maldad siempre tiene su precio.

Como entonces no había móviles ni grabaciones ni artilugio alguno que pudiera demostrar los enredos solicitados, José Luis mostraba seguridades que no había visto valiéndose de indicios: era su modo de ovillar la desmesura… Muchos cayeron en la trampa.

Hasta que un perjudicado, más bajito que él pero con plataformas como Sarkozy, decidió sorprenderlo en la cama con una compañera casada que, a su vez, se lo había confidenciado a la víctima. Y se acabó el prestigio de José Luis Miranda, que luego hizo oposiciones a fiscal o algo así y subió, tan bajito como era, hasta un escalafón importante. Pero como las alturas, según Séneca, pueden ser también despeñaderos, a la espera está de que algún audio moderno lo redima.

Pedro Villarejo

Responder

Your email address will not be published.

No olvides...

Borges en Veraluz

El 14 de junio de 1986 había muerto en Suiza el eterno aspirante al Nobel Jorge Luis Borges…
Cuando llega noviembre

Cuando llega noviembre

Cuando llega noviembre hay que echarse a temblar porque es el mes en que Franco se despidió de los españoles…
Qué sabe nadie

Qué sabe nadie

Vivimos la Edad de las Preguntas y tras la muerte aguardamos, en palabras de Suárez González, la Edad de las…
El ropaje de la fe

El ropaje de la fe

Nadie se extraña que muchos llevan la bufanda del Real Madrid o el gorro del Barcelona… Ya han salido algunos…