Los argentinos acuden este domingo a las urnas en unas elecciones legislativas que serán decisivas para medir la popularidad del presidente Javier Milei. La jornada electoral se desarrolla en medio de fuertes críticas por la complicada situación económica y por los supuestos casos de corrupción que han generado creciente descontento entre la población.
El presidente, según recoge Europa Press enfrenta un escenario político delicado tras varios meses marcados por la inestabilidad y las tensiones con la oposición. La derrota de su partido en las elecciones provinciales de Buenos Aires, el pasado septiembre, evidenció el desgaste del Gobierno y anticipó un clima de incertidumbre para los comicios nacionales.
A pesar de ello, las encuestas sitúan a La Libertad Avanza, la formación de Milei, en primer lugar en intención de voto, con un 37,1 % de apoyo. Sin embargo, la distancia con su principal competidor, Fuerza Patria, es estrecha. Este bloque, de orientación peronista, cuenta con un 32,2 % de respaldo y está liderado por figuras políticas de peso como la expresidenta Cristina Fernández y el gobernador bonaerense Axel Kicillof.
Una de las regiones más importantes para decantar la balanza hacia uno u otro lado es, de hecho, la provincia de Buenos Aires, aunque ni siquiera una victoria aplastante del oficialismo llevaría a su partido a hacerse con una mayoría parlamentaria.
Kicillof, por su parte, ha asegurado que Milei es una «estafa», alguien que llegó al poder «como un ‘outsider’, como alguien original, novedoso». «Viene estafando desde el día que asumió la Presidencia y su Gabinete está conformado por lo más rancio y dañino», ha asegurado al cierre de campaña. «Vino a sacarle la plata a los que la necesitan. Es la estafa más grande de la historia argentina. Y no es el dueño del circo, atrás hay sectores muy poderosos», ha denunciado.
Por detrás de Fuerza Patria se encuentra la coalición Provincias Unidas, un grupo creado de cara a las elecciones y formado por gobernadores que buscan «romper con la polarización» de la sociedad argentina, según explicaron algunos de sus miembros en septiembre. Le siguen el Frente de Izquierdas y de Trabajadores, Propuesta Republicana y la Unión Cívica Radical.
Para entrar en el Parlamento, los partidos deben hacerse con un mínimo del 3% de los votos, tal y como establece el Código Nacional Electoral. Algunas encuestas, sin embargo, muestran que esos otros espacios políticos más allá del peronismo y los libertarios podrían quedarse lejos del mínimo necesario para entrar en el hemiciclo.
No obstante, las formaciones minoritarias buscan recabar el voto de aquellos que se muestran indecisos o desencantados con unos u otros, además de los que decidieron abstenerse de acudir a las urnas el pasado mes de septiembre.