Hoy: 14 de febrero de 2025
En el sur de África, hace más de 60.000 años, los primeros cazadores-recolectores de la Edad de Piedra ya demostraban su habilidad al escoger el material más adecuado disponible para la elaboración de herramientas de piedra y puntas de lanza.
El Dr. Patrick Schmidt, de la sección de Prehistoria Temprana y Ecología Cuaternaria de la Universidad de Tubinga, lideró un estudio publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS). El equipo utilizó un modelo específico para evaluar la resistencia necesaria para extraer fragmentos de diversas rocas utilizadas en la fabricación de herramientas en el refugio rocoso Diepkloof, ubicado alrededor de 150 kilómetros al norte de Ciudad del Cabo.
En colaboración con expertos en geociencias y del Centro de Competencia Arqueometría de Baden-Wurtemberg de la Universidad de Tubinga y de la Universidad de Aix-Marsella, Schmidt investigó cómo los primeros humanos seleccionaban cuidadosamente su materia prima. Este estudio se centró en rocas como cuarcita, sicreta y hornfels, analizando sus propiedades mecánicas para entender mejor el proceso de selección.
Los resultados mostraron que los cazadores-recolectores de Diepkloof elegían cuidadosamente las rocas con la combinación óptima de propiedades para fabricar herramientas específicas, como las puntas Still Bay Points. Estas puntas, utilizadas como proyectiles, requerían poca fuerza durante la fabricación pero ofrecían resistencia a fuerzas impactantes relativamente altas.
El estudio resalta el profundo conocimiento que tenían los africanos en la Edad de Piedra Media sobre las propiedades de los materiales, lo que les permitía seleccionar las rocas según su uso previsto.
«Estos hallazgos nos ayudan a comprender los procesos que tuvieron lugar entre nuestros antepasados en el camino hacia la modernidad. Muestran que estas personas eran ingenieros que utilizaron su amplio conocimiento de los recursos disponibles de manera específica», afirma Schmidt.