La empresa Procomar Alimentos, de Málaga, ha mantenido un pleito con el Ministerio de Justicia que todavía colea para reclamarle 18.500 euros por haber tenido que tirar a la basura los 24.000 kilos de sárdinas llegados a Algeciras en un camión frigorífico procedente de Marruecos en el marco de una errática actuación policial.
La policía de Málaga, Vigilancia Aduanera de Algeciras y un juzgado de Estepona creyeron erróneamente que el camión ocultaba hachís entre las sardinas, bloquearon el vehículo y aumentaron la temperatura del remolque frigorífico para inspeccionarlo. Y como la justicia es en general tan lenta que el cargamento se pudrió. A la basura, 24.000 kilos.
El informe del Consejo del Poder Judicial que rechaza que haya que pagar por la pérdida de los 24.000 kilos de sardinas asegura que la intervención de la mercancía se efectuó en el seno de unas diligencias secretas contra una organización criminal dedicada al tráfico de drogas a gran escala y que el registro se hizo de manera “proporcionada”.
Y añade que fue “una medida de investigación imprescindible para constatar la presencia de droga” y la supuesta “implicación del conductor” en su transporte. Las sardinas acabaron en la basura y la empresa sigue pleiteando para que le abonen los daños y perjuicios derivados de este mal olfato policial y judicial.
Esta crónica pertenece al serial la Justicia Imperfecta que el autor, quien firma esta información, la publicó en EL PAÍS.