Marcos Zaragoza (PP), el alcalde de la alicantina ciudad costera de Villajoyosa (38.000 habitantes en invierno, unos 60.000 en verano, y 70 agentes de la Policía Local) tendrá que explicar ante un juez el próximo día 15, como imputado por un delito de prevaricación, un supuesto caso de enchufismo/dedismo aparentemente descomunal.
Ha nombrado como inspectores jefes de la Policía Local a dos agentes municipales que suspendieron los exámenes de la oposición (uno logró un 1,4 de nota y el otro un 4,6, sobre 10: ambos suspensos), y, en cambio, ha dejado fuera bajo un argumento discutido a la aspirante que obtuvo el segundo lugar (un 7,66).
El 25 de noviembre de 2024, Zaragoza dictó sendas resoluciones y nombró a dedo como inspectores a dos suspendidos pasándose por encima a otros candidatos con mucha mejor nota.
Derecho, Empresariales y Turismo son las tres carreras que atesora Mari Carmen M. N., la candidata que consiguió el segundo mejor puesto en los seis exámenes a los que se sometió a los más de 1o0 aspirantes a inspector jefe de la Policía Local de Villajoyosa.
El alcalde le está amargado de la vida.
Anticorrupción de Alicante es quien ha pedido su declaración como imputado. Huele a enchufismo y también por tomar una decisión a sabiendas de que es injusta.
Eso se deduce del hecho de que Zaragoza haya nombrado para inspectores a un candidato con un 1,4 de nota, a Javier L.; y a otro con un 4,6 a Miguel A. P..
Y hacerlo, el pasado 25 de noviembre, después de que a través de cinco sentencias, diferentes jueces hayan desestimado la pretensión de uno de los candidatos suspensos para que se anulase un caso práctico contenido en la dura oposición: pruebas psicológicas, tests, Derecho…
Ayer mismo, Marcos Zaragoza se refirió a su inminente cita con el juez soltando que no le amedrentan quienes le denuncian.
La génesis de este asunto arranca cuando el Ayuntamiento de Villajoyosa saca a concurso dos plazas de inspector jefe, una libre y otra de promoción interna.
Se postula para ella, junto a otros más de 100 candidatos, María del Carmen M. N.. En ese momento realizaba tareas para el Ayuntamiento. Y decide presentarse. Y saca la segunda mejor nota.
El que sacó un 8 se invistió como inspector jefe y poco después dejó la plaza y se trasladó a Madrid.
María del Carmen, tras su segunda mejor nota, llegó a vestirse de inspectora. Estuvo casi dos meses ejerciendo, pero de un día para otro la apartó el alcalde bajo el argumento de que concurrió al examen faltándole uno de los requisitos de las bases; esto es, el carné de conducir de motos.
María del Carmen obtuvo el carné varios días después de terminadas las oposiciones. Pero el alcalde la vetó. No cumplía una de las bases. [En la siguiente foto, a la izquierda, el alcalde]
Cuando fue desprovista de su condición de inspectora, acudió a los tribunales.
Y en primera instancia le dieron la razón: el hecho de no tener justo en ese justo momento el carné no es óbice como para apartarla del cargo, máxime cuando este asunto debió advertirlo a María del Carmen en su momento el tribunal de admisión de aspirantes, y no cuando ya había hecho todos los exámenes y los había superado con creces (7,66 de nota). Y le dio la razón el juez de primera instancia de lo contencioso. Debía recuperar su vestimenta, pero…
Pero al alcalde se le puso que no. Y recurrió ante el Tribunal Superior de Valencia (sólo recurrió contra ella, no contra el otro). Aquí, en cambio, sí le dieron la razón: es decir, que la ausencia en el momento tasado del carné de moto sí invalidaba su «extraordinaria» oposición, según la calificó un juez.
El asunto está ahora en la Sala de lo Contencioso del Tribunal Supremo. El ponente es Luis María Díez Picazo.
Llama la atención que alguien que ni siquiera ha aprobado la oposición, un 1,4 de nota, sea nombrado por el alcalde como inspector pisando a una candidata con tres carreras universitarias y que se quedó en segundo lugar porque no tenía en ese momento el carné de moto. Varios días después sí lo obtuvo.
María del Carmen está hecha polvo. Y deprimida. Es de una familia de reconocidos juristas levantinos. Incluso tiene una hermana juez. Está indignada con lo sucedido.
Es un error de ella (por no tener en ese momento el carné) y del Ayuntamiento (por no avisarle antes; como es su obligación a la hora de realizar la admisión, pues no es de recibo desposeer del cargo a quien se lo ha ganado por méritos y nombrar a quien ha tenido un 1,4, señalan las citadas fuentes, conocedoras de la olla de presión que se vive en el Consistorio por este tema.
La afectada ha declinado hablar sobre este asunto. «Está sujudice», sostuvo. .
También irá como testigo al juzgado el día 15 un oficial de la Policía Local.
Uno de los aspirantes suspensos que han logrado la plaza tiene que declarar el día 16 en otro juzgado por la supuesta comisión de un delito de no persecución de un crimen.
Pero la clave es el día 15, cuando Marcos Zaragoza, bajo la atenta mirada del fiscal, le cuente al juez por qué ha designado a dos personas suspendidas y ha obviado que, jurídicamente, no se puede actuar contra un acto propio ni atentar contra derechos fundamentales de una persona solo porque obtuvo el carné unos días después de la oposición e interpretan más lícito nombrar inspectores jefes a quienes ni siquiera aprobaron.
El alcalde ha llegado a decir, siempre según los citados medios, que no nombra a María del Carmen porque «es mujer y no era antes policía».
En la plantilla policial de Villajoyosa todo son hombres.
Por cierto, se nombra a los dos mencionados con un 1,4 y 4,6 de notas. ¿Y, si la opositora denunciante carecía de un requisito, por qué no se nombró a dos de los otros 100 aspirantes con mejores notas que esas? El días 15 espera el juez.