Hoy: 28 de diciembre de 2024
Estamos en el fin de un año más. Una ocasión que registra diversas reacciones en el hombre desde la alegría a la tristeza. En la literatura han quedado para siempre los testimonios de esos momentos, entre otros el del argentino Jorge Luis Borges con la profundidad de un filósofo y el descubierto este año de César Vallejo en Perú con su poema “Navidad”.
La noche del 31 de diciembre de 1923, en Madrid, España, el joven poeta venezolano Andrés Eloy Blanco concibe un poema saturado de nostalgia -de esa que se lleva en lo más hondo de los huesos- por la ausencia de la madre, la patria y los seres queridos.
Nos referimos a Las uvas del tiempo de obligada referencia ese día por estos lares venezolanos difundido por el periódico, libro, disco y la radio.
Se trata de un largo poema en prosa signado por la nostalgia y el recuerdo hasta casi el desgarrador dolor en que el autor se explaya por otros hechos y circunstancias de la vida como la descripción que hace de la forma de celebrar esa fecha en España..
Literariamente Blanco es un poeta que oscila entre el modernismo y el vanguardismo formando parte de la Generación del 18 a la búsqueda de lo nuevo en poesía. Es lo que explica su escritura libre en prosa en contraposición a la rimada todavía en boga en esa época..
En 1913 se vincula al grupo del Círculo de Bellas Artes acosado por el dictador Juan Vicente Gómez. Es una primera evidencia de su tímido espíritu de cambio que canaliza con su incorporación a este grupo.
AEB es un visitante de las cárceles gomecistas. Por lo que en 1923 ya había pasado su primera estadía en sus tétricos calabozos para volver luego en 1928 tras las protestas estudiantiles de ese año.
Estamos en un tiempo de acelerados cambios en el mundo de la ciencia, técnica y arte. Entre estos citamos la Ley de la Relatividad de Albert Einstein y en literatura la corriente del surrealismo.
Las uvas del tiempo es un poema elemental escrito con un estilo al máximo sencillo para establecer una comunicación rápida y eficaz con el público.
Blanco entiende la poesía como una forma de transmitir belleza mediante unas labradas imágenes. De esa manera demuestra ser un creador provisto de variados recursos estéticos y técnicos para la escritura.
De esa forma en las catorce estrofas del poema la familia, con la madre al frente, ocupan su atención. Blanco concibe la familia como la célula fundamental de la sociedad. A ese fenómeno social se apega con vehemencia. Al igual que otros que palpitan en la cotidianidad humana a lo que no es indiferente como la magistral descripción que hace de su casa natal en Cumaná.
La vertiente principal del poema es la del tiempo el cual nos indica que el hombre y el mundo donde mora son finitos. Tienen un ciclo de existencia con su principio y final tal como lo establece el calendario gregoriano.
El cumanés medita sobre el fenómeno del tiempo que evoluciona y no se detiene en la vida del hombre con la lucidez de quien entiende los inevitables cambios.
AEB con su coloquial lenguaje nos sumerge en un mundo de sensaciones y vivencias familiares, sociales y existenciales, específicamente los acaeceres de la noche del 31 de diciembre, con la emoción de la transición de un año a otro. Un hecho en el que están de por medio factores psicológicos que el autor maneja magistralmente. .
Es lo que el poeta confiesa a la mujer que le dio la vida:
“Madre: esta noche se nos muere un año.
En esta ciudad grande, todos están de fiesta;
zambombas, serenatas, gritos, ¡ah, cómo gritan!;
claro, como todos tienen a su madre cerca…
¡Yo estoy tan solo, madre,
tan solo!; pero miento, que ojalá lo estuviera;
estoy con tu recuerdo, y el recuerdo es un año
pasado que se queda.”
Un hombre con la suficiente fortaleza espiritual y moral para no sentirse solo ese capital día cuando se aferra al recuerdo de la lejana progenitora.
Unos versos con la filosofía del hombre de la calle que facilita la conexión inmediata con el lector. De allí que el título de poeta popular lo tiene muy bien ganado. No por casualidad se le ha denominado El poeta del pueblo venezolano.
“Madre esta noche se nos muere un año”
Por su interés, reproducimos este artículo de Freddy Torrealba Z. publicado en El Impulso.