Las lluvias torrenciales de este domingo pusieron a prueba a los Bomberos de Zaragoza. En pocas horas, los efectivos rescataron a 18 personas en localidades del corredor del río Huerva. Cinco rescates se realizaron en Cuarte, cuatro en Santa Fe y nueve en Cadrete.
Desde el inicio de la tormenta Gabriel, que llegó a dejar 42,7 litros por metro cuadrado en apenas una hora, los bomberos recibieron 150 llamadas de ayuda. No solo de Zaragoza ciudad, también de pueblos afectados por la subida del Huerva. Hasta el momento, han completado más de 65 intervenciones y este lunes siguen trabajando en otros 57 servicios. Su labor ha incluido achiques de agua en huecos de ascensor, retirada de árboles caídos y la atención a una fuga de gas en María de Huerva.
En total, participaron 34 bomberos con nueve vehículos. Entre ellos, se incluyeron vehículos pesados, de mando, 4×4 y un equipo de buceadores. La coordinación ha sido clave para mantener a salvo a los vecinos y minimizar los daños en viviendas y vehículos, según ha publicado Europa Press.
La Policía Local también jugó un papel fundamental. Atendieron a 23 personas y procedieron a cortar varias vías para garantizar la seguridad. Entre ellas, la Z-30 en el Barranco de la Muerte, la Z-40 a la altura de Servisa, la Ronda de Boltaña y calles de Valdespartera, entre otras. Además, la Unidad de Apoyo Operativo (UAPO) prestó servicio en Cuarte de Huerva durante la noche, apoyando traslados y evacuaciones de vecinos a zonas seguras como el Ayuntamiento o el auditorio.
El alumbrado público sufrió cortes en siete puntos de Zaragoza, ya solucionados, y se trabaja en la integración de la telegestión para encender luces de forma remota en caso de tormentas. Las incidencias por arbolado alcanzaron 20 intervenciones, mientras que la limpieza tuvo seis casos destacados. Obras en el canal perimetral y en el Barranco de la Muerte ayudaron a aliviar el agua, demostrando su eficacia.
La movilidad también se vio afectada por agua y granizo, especialmente en el tranvía a la altura de Parque Goya. A pesar del caos inicial, la coordinación entre bomberos, policía, Protección Civil y técnicos municipales permitió minimizar riesgos y garantizar la seguridad de los vecinos.