El fiscal general, García Ortiz, se sentó ante el tribunal durante una hora y catorce minutos. Su comparecencia fue clara: respondió solo a su defensa y a la Fiscalía. Rechazó a la acusación particular, ejercida por el novio de Díaz Ayuso, a quien acusó de actuar de forma “desleal” desde el principio. Para él, la querella estaba incompleta y omitía información clave sobre la supuesta filtración de secretos.
El juicio quedó visto para sentencia el jueves, tras el intercambio de argumentos entre defensa y acusaciones. Durante su declaración, el fiscal dejó frases que ilustran su estrategia y su visión de los hechos. Algunas de ellas fueron destacadas por los medios como síntesis de su posición.
“La verdad no se filtra, la verdad se defiende”, dijo García Ortiz al cerrar su intervención. Aseguró que la frase le había sido sugerida por alguien ajeno al caso, y que resumía su situación en el juicio. Otro de sus énfasis fue: “Mi obsesión es proteger a los fiscales”. Explicó que actuó la noche del 13 de marzo de 2024 para aclarar un artículo de El Mundo, que decía que la Fiscalía había ofrecido un pacto a González Amador. Su objetivo era desmentir el bulo y emitir un comunicado institucional.
Se defendió ante las acusaciones de presión: “Nadie ha ordenado retirar lo que no se ha ofrecido”. Y destacó su poder como fiscal general para solicitar información: “Es evidente que si yo quiero los correos poco más hay que decir”. Sobre la rapidez con que actuó esa noche, afirmó: “La noche es dinámica”, en referencia a la confusión generada por la noticia y la necesidad de actuar con agilidad.
García Ortiz también abordó el uso de su correo personal. “Dispongo de mi cuenta de Gmail como quiero”, explicó, alegando que le resultaba más intuitivo que la cuenta corporativa y negando intención de ocultar información. Sobre la gestión de datos sensibles, recalcó: “Cualquier dato referente a González Amador ha sido tratado con exquisitez”.
Además, negó haber hablado con periodistas: “Yo no cojo llamadas desde que soy fiscal general”, dijo, para desmentir la supuesta filtración. Aclaró que su nota de prensa final fue cuidadosamente revisada para evitar daños colaterales, eliminando referencias a políticos y ajustando nombres. Su intención, según él, era “bajar la sensación de estar entrando en una guerra en la que no nos interesaba entrar”.
Con estas declaraciones, el fiscal trató de mostrar que sus acciones fueron medidas y motivadas por la defensa institucional, más que por intereses personales. Su estrategia en el juicio se centró en recalcar transparencia, cuidado con la información y defensa de la integridad de la Fiscalía, buscando desligarse de cualquier interpretación de manipulación o filtración maliciosa.