El mercado inmobiliario vuelve a mostrar señales claras de tensión. Según los últimos datos del Índice Inmobiliario de Fotocasa, el precio de la vivienda de segunda mano aumentó un 18,8% en noviembre respecto al mismo mes del año anterior, una subida inédita que no se veía desde hace veinte años. Este repunte sitúa el precio medio del metro cuadrado en 2.828 euros, lo que convierte el coste medio de una vivienda en torno a 226.000 euros, muy por encima de los 190.000 que se registraban hace apenas un año.
Detrás de este comportamiento histórico se encuentra un desequilibrio profundo entre la oferta disponible y una demanda que no deja de crecer. Tal como explica María Matos, directora de Estudios de Fotocasa, la demanda actual cuadruplica la oferta existente, un escenario que empuja los precios al alza con mucha fuerza. Aunque a nivel nacional el valor medio de la vivienda todavía se sitúa ligeramente por debajo de los máximos de 2007, en las ciudades más dinámicas ese techo ya se ha superado con claridad, mostrando una oferta incapaz de absorber el ritmo de creación de nuevos hogares.
El incremento no ha sido homogéneo. Todas las comunidades autónomas han experimentado subidas, 11 de ellas por encima del 10%. Regiones como Murcia, Comunitat Valenciana, Asturias o Andalucía destacan con aumentos muy pronunciados, mientras que Baleares y Madrid se mantienen como las zonas más caras, superando ambas los 5.000 euros por metro cuadrado. Este escenario de precios elevados convive, además, con un entorno hipotecario algo más favorable que meses atrás, lo que ha reforzado la decisión de compra de muchas familias.
Mientras el precio de la vivienda sigue escalando, la actividad constructora también muestra cierta recuperación. Los visados de obra nueva superaron las 100.000 unidades entre enero y septiembre, un 5,6% más que en el mismo periodo del año anterior. Aunque septiembre dejó un ligero retroceso, el balance global del año confirma que la construcción intenta responder a una demanda que continúa creciendo. Las viviendas en bloque protagonizan el mayor avance, mientras que las unifamiliares mantienen un crecimiento más moderado.
En paralelo, el sector bancario ha jugado un papel relevante para apoyar a los hogares con dificultades, especialmente tras la subida de tipos de interés iniciada en 2022. A través de los Códigos de Buenas Prácticas, las entidades financieras realizaron alrededor de 7.500 operaciones entre 2022 y 2024 destinadas a aliviar la carga hipotecaria de familias vulnerables. Este tipo de medidas, sumadas a una coyuntura económica más estable, han contribuido a reducir el porcentaje de hogares con una carga financiera excesiva.
En conjunto, los datos dibujan un escenario complejo: precios que alcanzan máximos históricos, construcción que acelera pero no lo suficiente y un mercado que sigue marcado por la escasez de oferta. Una situación que, de mantenerse, continuará poniendo a prueba la capacidad de acceso a la vivienda de miles de familias en España.