Hoy: 23 de noviembre de 2024
Italia ha eligido este domingo a sus representantes en la Cámara de Diputados y en el Senado. Con un 97,34% del voto escrutado a las 9:30, la líder de Hermanos de Italia (Fratelli d’Italia, FdI), Giorgia Meloni, se ha hecho con la victoria al obtener un 26,18% de las papeletas, que suma más que todo el bloque de izquierdas -el Partido Democrático de Enrico Letta, + Europa, Verdes y Compromiso Cívico-. Después de que el anterior jefe de Gobierno, Mario Draghi, no pudiera mantenerse al frente del Ejecutivo de concentración por la pérdida de confianza de sus socios y su maniobra posterior, la coalición de derechas formada por Fratelli d’Italia, la Liga de Matteo Salvini y la Forza Italia de Silvio Berlusconi ha conseguido la mayoría absoluta. Las formaciones coaligadas han alcanzado más del 44% de los votos en la Cámara de Diputados y en el Senado.
De este modo, emerge Meloni, una figura polémica de carácter posfacista, quien presumiblemente encabezará el próximo Gobierno italiano que se forme cuando el presidente de la República, Sergio Mattarella, le efectúe el encargo. Su escalada respecto a los resultados de 2018 ha sido meteórica: del 4,3% de las papeletas al 26,2%. Todo ello le llevaría a ser la primera primera ministra de la historia de la República italiana.
La noticia, que no por llamativa deja de ser esperada, es que la participación se ha desplomado unos nueve puntos respecto a 2018: a un 63,91%. En un contexto de inestabilidad en el que los políticos cada vez gozan de menos prestigio, los italianos han optado por la única candidatura que no entró en el Gobierno de concentración de Draghi ni en los dos anteriores.
El partido Hermanos de Italia, que se fundó sobre las cenizas del posfacista Movimiento Social Italiano (MSI), habría desencadenado grandes transferencias procedentes desde la Liga de Salvini, que ni siquiera ha alcanzado la barrera psicológica del 10%: se ha quedado en el 8,9% de los votos. Todo un desmoronamiento si se tiene en cuenta que habría encabezado el bloque conservador durante la primera etapa de la legislatura y que obtuvo un tercio de los votos en los últimos comicios europeos. La precaria situación a raíz de este resultado que podría vivir la Liga tanto en la posible coalición de Gobierno como en lo que respecta al capítulo interno ha ocasionado una crisis en el seno del partido.
Meloni se ha pronunciado esta madrugada con el tono comedido de quien se sabe ganador pero aún no puede anunciarlo a bombo y platillo. “Formaremos un Gobierno de centro derecha guiado por Fratelli d’Italia”, ha asegurado. “Hemos tenido una campaña electoral violenta y agresiva, aunque la responsabilidad era de otros”, ha deslizado en relación a las estrategias de explotación del descontento encauzadas por el Movimiento 5 Estrellas (M5E), de centroizquierda.
La formación que dirige Giuseppe Conte (M5E) no ha podido beneficiarse del nuevo sistema mixto, de dos tercios proporcionales y un tercio mayoritario, que premiaba a las coaliciones creadas a priori. El M5E sumó sus fuerzas a las del Partido Democrático (PD) de Enrico Letta, pero solo lograron cosechar en torno a un 23% de los votos.
El resultado pírrico del bloque progresista abre la puerta grande a Meloni, que “a partir de mañana” iniciará un mandato en defensa de los valores posfascistas, lo que a todas luces enturbiará parte de la escena internacional. La líder de FdI se ha atrevido a definir el nuevo panorama como una “situación particularmente compleja” debido a la consolidación de partidos progresistas y al recelo que la ultraderecha ha suscitado en los últimos tiempos en la Unión Europea.
Los reductos más destacados de extrema derecha del viejo continente se encuentran desperdigados en Vox de Santiago Abascal, la Agrupación Nacional de Marine Le Pen en Francia, que en las pasadas elecciones conquistó un 19% de votos, y los Demócratas de Suecia, comandados por Jimmie Åkesson, que después de los últimos comicios pugna por convertirse en la fuerza política mayoritaria en el país escandinavo.
Se puede augurar la tensión que anida en la Unión Europea, quien ha tenido fricciones con Polonia por no aplicar el Estado de derecho, cosa que podría suceder en Italia en un eventual desafío a las normas europeas. Meloni se ha mostrado algo más moderada en campaña electoral con el objetivo de no preocupar a Bruselas -y a los propios votantes-.
La Comisión Europea aguardaba en vilo la confirmación de un pronóstico que auguraban las encuestas, que finalmente se ha cumplido mayormente. No obstante, su presidenta, Ursula Von der Leyen, afirmó está dispuesta a trabajar con cualquier gobierno democrático del bloque, pero dijo que tiene las “herramientas” necesarias si las cosas van en una “dirección difícil”, en alusión a los desafíos que le han planteado varios países de corte ultraconservador.
La formación del Ejecutivo podría llevar entre cuatro y seis semanas, conforme indican los precedentes. Estos son los pasos a seguir, según ha informado la Agencia EFE:
– Proclamación de los parlamentarios: tras el escrutinio final, que puede llevar algunos días, se proclama oficialmente a los elegidos para la Cámara de Diputados y el Senado con los nuevos números, tras la disminución de los escaños: de 945 a 600 (400 diputados y 200 senadores).
– Primera sesión de las Cámaras: las nuevas Cámaras deberán tomar posesión el próximo 13 de octubre y luego, tras la conformación de los distintos grupos parlamentarios, con el primer paso oficial de la nueva legislatura, será la elección de los nuevos presidentes de la Cámara y el Senado.
– Consultas del jefe del Estado: el presidente de la República, Sergio Mattarella, comienza las consultas para decidir a quién encargar el mandato de formar el nuevo Gobierno, que suele darse al candidato con más opciones de formar gobierno, en este caso, Giorgia Meloni. Normalmente, las consultas comienzan un mes después de las elecciones pero, dados los plazos muy ajustados, Mattarella podría iniciar sus conversaciones a mediados de octubre.
– Encargo al presidente del Gobierno: aunque en otras ocasiones este encargo puede llegar tras varias rondas de consultas entre los partidos políticos, se prevé que esta vez, dado que la coalición de derechas ha obtenido la mayoría absoluta, no habrá problemas para que Mattarella dé con una persona a la que encargará formar Gobierno.
– Nombramiento del primer ministro: inmediatamente después, ese mismo día o al día siguiente, el jefe del Estado nombra un nuevo primer ministro y un nuevo Ejecutivo.
– Juramento del Gobierno: al día siguiente, o incluso unas horas después, el presidente del Gobierno y los ministros juran su cargo en el palacio del Quirinal ante el presidente de la República.
– Voto de investidura: uno o dos días después, tras la primera reunión del Ejecutivo, el primer ministro presenta su discurso programático ante las Cámaras para pedir el voto de investidura.