El Papa Francisco presenta una «leve mejoría» tras los últimos análisis de sangre evaluados por el personal médico, según el último parte facilitado este miércoles por la Santa Sede.
«Después del desayuno leyó algunos periódicos y luego se dedicó a su trabajo con sus colaboradores más cercanos. Antes del almuerzo recibió la Eucaristía. Por la tarde recibió la visita de la primera ministra Giorgia Meloni, con quien permaneció en privado durante 20 minutos», expone el comunicado.
La preocupación por la salud del Papa Francisco crece tras conocer que sufre una neumonía bilateral. Aunque se mantiene tranquilo, no necesita respirador y la última noche la ha pasado bien, el estado del Santo Padre se ha agravado y la bronquitis inicial ha derivado a neumonía bilateral que presenta un cuadro clínico “complejo”. El Santo Padre permanece ingresado desde el pasado viernes en reposo absoluto.
Los peregrinos y turistas que no paran de congregarse en la plaza de San Pedro del Vaticano afirman su inquietud por Francisco y rezan por la pronta recuperación del pontífice. «Espero que se recupere pronto. Confío en el tratamiento médico del hospital y espero que lo hagan lo mejor posible», declaró a AFP Birgit Jungreuthmayer, una turista austriaca de 48 años.
En las inmediaciones del complejo médico permanecen apostados una multitud de medios de todo el mundo.
De momento se han cancelado todos los compromisos durante esta semana. La misa prevista el domingo 23 de febrero, a las 9 de la mañana, en la Basílica de San Pedro, por el Jubileo de los Diáconos, el Papa Francisco ha decidido que la presida monseñor Rino Fisichella, proprefecto del Dicasterio para la Evangelización. La indicación médica es de «reposo absoluto», motivo por el cual no dirigió la oración del Ángelus el domingo.
El director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Matteo Bruni, ha informado que Francisco llama a diario por teléfono a la parroquia de Gaza, la única que existe en la zona. Francisco también está recibiendo cientos de mensajes de buenos deseos por una buena recuperación, así como dibujos y tarjetas. Algunos de ellos proceden de los niños ingresados en el Hospital Gemelli, en particular los de la sala de oncología, sus vecinos de la décima planta, a los que el Papa nunca ha dejado de visitar en sus anteriores estancias en el centro sanitario.