Hoy: 5 de noviembre de 2024
El Barranco del Pollo, también llamado Rambla del Poyo, es un cauce temporal de la provincia de Valencia susceptible a fuertes inundaciones, especialmente durante episodios de DANA. La expansión urbana en esta área ha generado preocupación debido a los elevados riesgos de inundación que esta representa, y las posibles negligencias por parte de las autoridades en la planificación y otorgamiento de licencias en zonas inundables sin estudios de riesgos adecuados, según informe elaborado por la asociación APEDANICA.
Situació a Chiva. Rambla del Poyo totalmemt desbordada. Més de 400 l/m² a la zona. Desconeixem l'autor del vídeo. pic.twitter.com/bGEnxFO5U7
— AVAMET (@avamet) October 29, 2024
El reciente desbordamiento del Barranco del Poyo en Valencia, caracterizado por sus “crecidas relámpago”, ha generado importantes daños, incluidos la ruptura de un puente que conecta Torrent y Valencia. Este episodio refuerza estudios previos que ya catalogaban la rambla como de alto riesgo, por lo que se ha convertido en un caso de referencia en la gestión de riesgos hídricos, especialmente al tratarse de una zona en la que convergen varios barrancos y en la que el cauce natural desaparece y reaparece en distintos puntos hasta desembocar en L’Albufera.
Félix Francés, experto en hidrología y catedrático de la Universitat Politècnica de Valencia, destacó que la rambla estaba identificada en mapas de peligrosidad desde 1996 como propensa a crecidas violentas, una vulnerabilidad agravada por el hecho de que, en tramos como el Llano de Torrent, el cauce desaparece. Esto permite que el agua fluya libremente, aumentando su capacidad destructiva, como se observó en la reciente inundación donde el caudal alcanzó grandes volúmenes y dañó infraestructura clave en la región.
Las competencias para la gestión y autorización de construcciones en zonas inundables recaen en varias entidades, incluyendo los ayuntamientos locales (Manises, Quart de Poblet, Aldaia, entre otros), la Generalitat Valenciana, la Confederación Hidrográfica del Júcar, y el Ministerio para la Transición Ecológica. Cada una de estas instituciones juega un rol clave en la regulación y planificación urbana, por lo que una revisión de sus actuaciones podría ser esencial para esclarecer responsabilidades en casos de daños.
Para los afectados por las recientes inundaciones en el Barranco del Pollo, la reclamación de daños patrimoniales exige documentar las pérdidas, revisar licencias de construcción, y contar con asesoramiento legal especializado. Además, es fundamental analizar los planes urbanísticos vigentes y estudiar si estos se adecuan a la normativa, como la Ley de Aguas, el Reglamento del Dominio Público Hidráulico y la Directiva Europea de Inundaciones.
La normativa actual exige que los Estados miembros prevengan los riesgos de inundación y protejan las zonas de cauce; por ello, si se determina que no se respetaron estas leyes, las víctimas podrían contar con bases para realizar reclamaciones patrimoniales.