Icono del sitio FUENTES INFORMADAS

La presión puede con Biden y deja a Kamala Harris como candidata presidencial

El presidente de EEUU, Joe Biden. - EuropaPress/Contacto/Chris Kleponis/POOL

El actual presidente de EE UU renuncia a competir con Trump después de resistirse a tirar la toalla

El presidente estadounidense, Joe Biden, ha apoyado a su vicepresidenta, Kamala Harris, como candidata presidencial del Partido Demócrata a las elecciones del próximo 5 de noviembre después de anunciar su retirada de la carrera electoral.

“Hoy quiero ofrecer mi apoyo y respaldo absoluto a Kamala para que sea la candidata de nuestro partido este año. Demócratas: es el momento de unirse y derrotar a (Donald) Trump. Hagámoslo”, ha publicado Biden en su cuenta en la red social X.

“La mejor decisión que he tomado”

El mensaje destaca que su primera decisión como candidato en 2020 fue elegir a Harris como candidata a vicepresidenta “y ha sido la mejor decisión que he tomado”.

El mensaje comienza recordando su decisión de retirarse de la carrera presidencial. “Compañeros demócratas. He decidido no aceptar la nominación y concentrar todas mis energías en mis funciones como presidente durante lo que queda de mandato”, ha explicado en referencia al comunicado oficial previo en el que anunciaba su renuncia.

El agónico rendimiento de un dubitativo, impreciso y debilitado Biden durante el debate del 27 de junio en Atlanta frente a su gran rival, el expresidente Donald Trump, provocó desde ese momento un aluvión de dudas en el seno del partido sobre la capacidad del actual mandatario para derrotar al magnate neoyorquino, que en un mes se ha colocado con tres puntos de ventaja en la media de encuestas nacionales, según ha reflejado este domingo el portal especializado RealClearPolitics.

Lo mejor para el partido

“Aunque mi intención era buscar la reelección, creo que lo mejor para mi partido, para el país y para mi es renunciar y concentrarme únicamente en cumplir mis funciones como presidente durante lo que queda de mandato”, ha hecho saber Biden en el comienzo de una serie de comunicados publicados en redes sociales y que remacha con la promesa de explicar sus motivos exactos a la nación en un próximo discurso.

No obstante, Biden, a sus 81 años, ha querido reivindicar el que, creía el mandatario, era su gran escudo ante las críticas: los logros prácticos que ha conseguido desde su llegada al poder tras ganar las elecciones de 2020: fortalecimiento económico, rebaja de precio de los medicamentos o la aprobación de la primera ley sobre el control de armas en 30 años.

“Nada de esto lo habría conseguido sin vosotros, el pueblo americano. Hemos superado una pandemia de las que aparecen una vez cada siglo y la peor crisis económica desde la Gran Depresión. Haber servido como vuestro presidente ha sido el mayor honor de mi vida”, ha manifestado.

Atlanta, punto de inflexión

Desde el debate de Atlanta cuatro senadores y más de una veintena de congresistas de su propio partido han pedido a Biden que reconsiderara su decisión de seguir en carrera y apostara en su lugar por “pasar la antorcha” a un nuevo candidato.

El presidente ha acabado capitulando a pesar de esfuerzos como el realizado durante la pasada cumbre de la OTAN en Washington, donde permaneció una hora respondiendo preguntas de los medios en temas complejos de política exterior.

Otra cuestión a tener en cuenta ha sido el rechazo entre destacados mecenas del partido a seguir contribuyendo con fondos a la campaña de Biden, que el mes pasado acabó vaciando el 93 por ciento del dinero recaudado tras destinar casi 50 millones de euros a un aluvión de anuncios publicitarios para cambiar el signo de la opinión pública tras el debate, según cifras recogidas por Bloomberg.

Fuentes próximas a la campaña de Biden ya dejaban entrever a principios de esta semana el comienzo de un período de reflexión que coincidió con el positivo por coronavirus que el presidente estadounidense confirmó el pasado miércoles, en una semana en la que Trump ha terminado por acaparar todo el espacio mediático tras sobrevivir el pasado fin de semana a un intento de asesinato durante un mitin en Pensilvania.

Un nuevo comienzo

Ahora el reloj vuelve a contar de cara a una nueva fecha crucial para el Partido Demócrata como es la Convención Nacional que comienza el 19 de agosto en Chicago (Illinois), el lugar donde debe aparecer el nominado definitivo de la formación política – con Harris ya encabezando todos los pronósticos – e incluso el nombre de quien vaya a acompañarlo como candidato a la Vicepresidencia.

Con las reglas en la mano es un escenario que dista de ser ideal, porque Biden ha ganado todas las elecciones primarias de los últimos meses sin rival alguno y el presidente republicano de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, uno de los responsables más poderosos del partido, no descarta apelar la posibilidad de que los demócratas designen directamente un nuevo candidato que no ha recabado en las urnas el número necesario de delegados para ratificar su nombre.

Sin embargo, expertos políticos de los medios estadounidenses coinciden en señalar que, visto el enorme interés de Trump en que Biden siguiera en carrera, la aparición de un nuevo candidato amenaza con dar otro giro de guion en un momento en que el magnate atraviesa el mejor momento en los sondeos desde el comienzo de la carrera electoral.

Salir de la versión móvil