Las instalaciones que albergan a los refugiados se enfrentan a la saturación y la escasez de suministros básicos
Desde el inicio de la ofensiva militar israelí, más de 1,7 millones de personas abandonaron sus hogares en la Franja de Gaza, según el último informe de la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) de Naciones Unidas. De estos desplazados, aproximadamente 900.000 se encuentran actualmente en instalaciones de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos en Oriente Próximo (UNRWA).
En la actualidad, al menos 154 instalaciones de la UNRWA alojan a los desplazados, enfrentándose a la saturación y la escasez de suministros básicos. Este escenario plantea preocupaciones adicionales, como la posible propagación de enfermedades. Además, en el último mes, varias escuelas de la organización han sido objetivo de ataques.
Desplazamiento hacia el sur y llamados a la evacuación
La mayoría de los desplazados ha buscado refugio en el sur de la Franja, ya que la operación militar de Israel, en respuesta a los atentados de Hamás del 7 de octubre, se concentra en la parte norte. Las autoridades israelíes insisten diariamente en la evacuación del sector septentrional y, recientemente, unos 20.000 gazatíes se trasladaron al sur, según datos de la OCHA.
Con un saldo de más de 13.000 fallecidos en Gaza desde el inicio de la ofensiva, según las autoridades locales, la ONU advierte que ninguna zona del enclave puede considerarse plenamente segura. Las organizaciones humanitarias han instado a una pausa en el conflicto para facilitar el ingreso y la distribución más efectiva de la ayuda, que llega de manera limitada a través del paso de Rafá, en la frontera con Egipto.