Hoy: 23 de noviembre de 2024
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha publicado un documento donde argumenta la necesidad de una mejorar la detección y el tratamiento preventivo de la tuberculosis. Asimismo, insta a los Estados Miembros a aumentar la inversión, ya esta infección causa 1,3 millones de muertes cada año y afecta a millones más.
Este documento presenta los resultados de un estudio de modelización que examinó en detalle los costos y beneficios de la detección de la tuberculosis (TB) más el tratamiento preventivo de la tuberculosis (TPT) en cuatro países (Brasil, Georgia, Kenia y Sudáfrica).
Asimismo, muestra que “inversiones modestas podrían generar importantes beneficios económicos y de salud en los cuatro países”. Así, el retorno de la inversión puede llegar hasta 39 dólares (35 euros) por cada dólar invertido (0,90 euros).
“Hoy contamos con el conocimiento, las herramientas y el compromiso político que pueden poner fin a esta enfermedad milenaria que sigue siendo una de las principales causas de muerte infecciosa en el mundo”, ha señalado el doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS. Por otro lado, ha señalado la necesidad de “invertir en intervenciones basadas en evidencia” y “promover la cobertura sanitaria universal”.
En 2022, la OMS informó de una recuperación mundial significativa en la ampliación del acceso a los servicios de diagnóstico y tratamiento de la tuberculosis. La cifra es la más alta registrada desde que la OMS comenzó el seguimiento mundial de la tuberculosis en 1995.
Sin embargo, la ampliación del acceso al tratamiento preventivo de la esta enfermedad es algo lenta. Prevenir la infección y detener la progresión de la infección a la enfermedad son fundamentales para reducir la incidencia de la enfermedad. Esto es necesario para alcanzar los niveles previstos por la Estrategia Fin a la Tuberculosis de la OMS.
Para ello, afirman, “es vital ofrecer tratamiento preventivo de la tuberculosis a las personas con VIH y a otros grupos de alto riesgo”. El número mundial de personas que viven con el VIH y contactos domésticos de personas con tuberculosis que recibieron tratamiento preventivo contra la enfermedad aumentó a 3,8 millones en 2022. Esto supone cerca del 60% de ese año, en consonancia con los compromisos asumidos en la Reunión de las Naciones Unidas de 2018.
La tuberculosis multirresistente (TB-MDR) sigue siendo una crisis de salud pública. Se estima que 410.000 personas desarrollaron tuberculosis multirresistente o resistente a la rifampicina (MDR/RR-TB) en 2022, si bien solo 2 de cada 5 personas accedieron al tratamiento. Además, el progreso en el desarrollo de nuevos diagnósticos y medicamentos contra la tuberculosis sigue limitado por el nivel general de inversión.
En este sentido, se necesitan más esfuerzos para combatir la enfermedad, que es una de las principales causas de muerte infecciosa en el mundo.
El Día Mundial de la Tuberculosis 2024 se conmemora bajo el lema ¡Sí! ¡Podemos acabar con la tuberculosis! transmitir un mensaje de esperanza de que es posible volver a encaminarse para cambiar el rumbo de la epidemia de tuberculosis. Para ello, necesitan un liderazgo de alto nivel, mayores inversiones y una adopción más rápida de las nuevas recomendaciones de la OMS.
Tras los compromisos asumidos por los Jefes de Estado en la Reunión de Alto Nivel de las Naciones Unidas en 2023 para acelerar el progreso para poner fin a la tuberculosis, el enfoque de este año cambia a convertir estos compromisos en acciones tangibles. Esto incluye la implementación de la iniciativa emblemática del Director General de la OMS sobre la tuberculosis para 2023-2027.
“Los próximos cinco años serán fundamentales para garantizar que el impulso político que tenemos ahora se traduzca en acciones concretas. De cualquier otra forma, no alcanzaremos los objetivos en materia de tuberculosis”, ha añadido Tereza Kasaeva, directora del Programa Mundial de Tuberculosis de la OMS.