Hoy: 22 de noviembre de 2024
El director ejecutivo del Programa de Emergencias de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Michael Ryan, enfatizó la necesidad apremiante de abordar las enfermedades no transmisibles (ENT) en contextos de crisis humanitarias. Durante estas situaciones, las personas “pierden el acceso a los servicios sanitarios”, lo que desencadena “una enorme crisis global”.
Las enfermedades no transmisibles (ENT), que incluyen enfermedades cardiovasculares, cáncer, enfermedades respiratorias crónicas y diabetes, representan el 75% de las muertes a nivel mundial. Las personas afectadas por emergencias humanitarias enfrentan un riesgo aumentado de padecer ENT.
Se estima que los accidentes cerebrovasculares y los infartos son hasta tres veces más probables después de un desastre. Sin embargo, a menudo la atención y el tratamiento de las ENT no se consideran en la preparación y respuesta a emergencias humanitarias, que suelen centrarse en necesidades inmediatas.
Las emergencias humanitarias actuales se caracterizan por su creciente complejidad e interconexión. La OMS responde a 42 grandes emergencias en todo el mundo. La degradación ecológica, el cambio climático y la escasez de recursos básicos contribuyen a esta complejidad.
“Las personas que viven con ENT en crisis humanitarias tienen más probabilidades de ver que su condición empeore debido al trauma, el estrés o la imposibilidad de acceder a medicamentos o servicios”, afirmó el doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS.
Las ENT representan una proporción significativa de todas las muertes en países afectados por desplazamientos forzados. Por ejemplo, en la República Árabe Siria, las ENT representan el 75% de las muertes.
“A medida que aumentan los desplazamientos forzados, debemos garantizar el derecho a la salud de los refugiados y otras personas desplazadas”, dijo Filippo Grandi, Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados.
Se han implementado diversas soluciones para abordar las ENT en contextos de crisis humanitarias. Desde 2017, la OMS ha distribuido más de 142.000 kits para las ENT en 28 países afectados por conflictos o desastres naturales.
Sin embargo, aún se necesita más trabajo. Algunos servicios especializados, como la diálisis o la atención del cáncer, requieren más atención y adaptación durante las emergencias.
“Es necesario invertir en las personas y en los sistemas locales para crear resiliencia comunitaria para el futuro”, enfatizó Ryan. La inversión sostenible en recursos y financiamiento es esencial para abordar eficazmente las ENT en emergencias humanitarias.