Hoy: 23 de noviembre de 2024
Miles de personas se han concentrado este jueves en Nanterre, en la periferia de París, para protestar por la muerte a tiros de un joven de 17 años a manos de un agente en el marco de una tensa jornada en la que el Gobierno francés ha anunciado el despliegue de 40.000 policías y gendarmes para contener la violencia en Francia.
La llamada ‘Marcha blanca‘, convocada por la madre del joven, ha desfilado de forma pacífica por las calles de Nanterre hasta terminar en los juzgados, donde poco antes el fiscal de la ciudad, Pascal Prache, ha determinado que el agente implicado en el caso debe permanecer en prisión provisional como sospechoso de un delito de homicidio.
La madre del joven, subida en un camión blanco, ha coreado junto a los demás manifestantes consignas contra la justicia francesa y a favor de su hijo, Nahel. A la marcha han acudido políticos como Éric Coquerel, de La Francia Insumisa, o la secretaria general del partido verde francés, Marine Tondelier.
Si bien la concentración ha transcurrido con normalidad, un grupo de manifestantes ha lanzado proyectiles contra la Policía en la plaza Nelson Mandela, donde varios vehículos han resultado calcinados y los agentes han tenido que dispersar con porras a la multitud.
En medio de las tensiones, los antidisturbios franceses han lanzado gases lacrimógenos en un intento por controlar a varios encapuchados que han roto las ventanas de un local y han provocado un incendio en su interior, según ha recogido el diario ‘Le Parisien‘.
Las protestas, que se han saldado con al menos 180 arrestos, han estallado después de que un joven de 17 años recibiera un disparo en el pecho en un control policial, tras la interceptación de su vehículo. Tras la muerte del adolescente, la Policía denunció un intento de atropello, si bien un vídeo ha desmentido esta versión.